viernes, 8 de octubre de 2010
"Las vísperas de Caseros" de Arturo Capdevila.
“No pasaban tres meses sin que partidas de indios hicieran bruscas incursiones a robar niños, prendas y caballos en el límite de los escasos poblados. Nadie pensaba en perseguirlos con éxito. Tras ellos no quedaba una huella por los pastizales de la pampa. Gozaban particular fama de audaces “los indios ladrones de Santa Fe”, sospechados a veces en documentos públicos, de salvajismo…unitario.”
Pág 100.
“Está solo; el hado quiso darle un espantable don: lo hizo capaz de tener razón contra la opinión de todos. Por eso está solo.
Qué importa. Para el ideal poco vale estar solo o rodeado. Ello no influye en la virtud de su claridad. Cuando todo el cielo está nocturno y toda la tierra envuelta en negra tiniebla, y solamente un punto en el oriente se comienza a aclarar, ese punto luminoso que luego se llamará la aurora, tiene razón contra todo el resto del orbe.”
Pág 165.
Las vísperas de Caseros, Capdevila, Arturo, El elefante blanco, 1998.
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