jueves, 23 de octubre de 2008

"Baleine" (1949) de Paul Gadenne.



“-Y bien, sí, -dijo ella, -me habría gustado creer que existía una categoría de seres, pero ¿por qué una categoría? Tan sólo un ser, aunque más no fuera… -Oh, Pierre, -dijo, aferrándose de mi brazo, -estoy triste, muy triste.”

Pág 36.

En Baleine, Gadenne, Paul, Editorial Per Abbat, 1982.

lunes, 20 de octubre de 2008

"La letra escarlata" (1850) de Nathaniel Hawthorne.



“Veíase en su porte la dignidad de aquellos que habían recibido el nombramiento de Su Majestad y estaban iluminados, consiguientemente, por el deslumbrante boato que rodeaba al trono. ¡Cuán distinto, ay, es el aspecto miserable del funcionario de la República, que, como servidor del pueblo, se siente inferior al más pequeño y por debajo del último de sus superiores! Con su propia mano de fantasma, la figura esfumada me entregaba el símbolo escarlata y el pequeño rollo del manuscrito con la explicación necesaria.”

Pág 40.

“Soy ciudadano de otro lugar.”

Pág 52.

“Al ver esta casa maravillosa, Perla comenzó a dar cabriolas, a bailar y a exigir que se la despojase del todo el sol del frente y se lo diesen a ella para jugar.
-No, chiquita –dijo la madre-. Tú misma debes juntar tu sol. Yo nada tengo que darte.”

Pág 112.

“No miremos hacia atrás –contestó Hester Prynne-. El pasado ha concluido. ¿Por qué nos ha de detener ahora? Mirad, con este símbolo lo destruyo todo y procedo como si nunca hubiese existido.
Al hablar así, abrió el broche que sujetaba la letra escarlata y, separándola de su pecho, la arrojó lejos, entre las hojas marchitas. El místico símbolo cayó al borde del arroyo. Poco faltó para que se sumergiese en las aguas y les transmitiese así otra pena que arrastrar, además de aquella ininteligible que todavía seguían cantando.”

Pág 220.

“Esta gente, después de haber agotado toda clase de diversiones, rodeó a Hester Prynne, grosera e inoportunamente. Pero, aunque carecía del menor escrúpulo, no fue capaz, en su temor, de hacerle trasponer las varias yardas que le separaban de ella, manteniéndose a distancia. Allí se fijaron, como detenidos por la fuerza centrífuga de la repugnancia de marineros, al observar la concurrencia de espectadores y al enterarse del significado de la letra escarlata, se acercaron, uniendo sus semblantes atezados a los de aquellos.”

Pág 265.

En La letra escarlata, Hawthorne, Nathaniel, Ediciones B, 1995.

"Martínez Estrada una rebelión inútil" (1960) de Juan José Sebreli.



“En verdad la mayoría de nosotros carecía entonces de maestros, de una disciplina y de un auténtico método de conocimiento como para advertir que las ideas de Martínez Estrada no eran sino metáforas y exclamaciones.”

“(…) ese ambiguo pensamiento de derecha, tan sólo más sutil, ingenioso y sugestivo que el de la derecha tradicional, resultaba mucho más atractivo que el estrecho esquematismo de las izquierdas esclerotizadas.”

Pág 9.

“"Siento repugnancia cada vez mayor por los que me advierten que sin pan no vive el hombre" (Las 40, Gure, 1957)”

Pág 66.

“La familiaridad que tiene con los pájaros –andan por su casa en libertad y comen en sus manos- emparentan a Martínez Estrada con el chaman de alguna comunidad religiosa, y esta relación debe resultar sumamente agradable al espíritu arcaico de Martínez Estrada.”

Pág 73.

En Martínez Estrada una rebelión inútil, Sebreli, Juan José, Editorial Jorge Alvarez, 1967.

"La vida descalzo" (2006) de Alan Pauls.



“Aprendí que si la playa es deseable –y para mí no hay nada más deseable-, no es tanto por las facilidades que ofrece en tanto mercado de cuerpos desnudos –es decir: inmediatamente tasables- como por el modelo de espacio cívico que propone: vida común sin autoridad, autorregulación sin control, placer sin compromiso, anarquía sin agresividad. Lo que los teóricos de la complejidad llaman una emergencia; es decir, ese misterioso orden general engendrado por un sistema con innumerables participantes, en el que nadie está al mando y cada uno se adecua segundo a segundo a condiciones que son estrictamente locales.”

Pág 85-86.

En La vida descalzo, Pauls, Alan, Editorial Sudamericana, 2006.

jueves, 16 de octubre de 2008

"Frivolidad" (1995) de Juan Forn.



- Copia de la escena en Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato de Loiácono.

Pág 84.

“Los gorilas no quieren ser humanos; no pueden. Si nacen en cautiverio, nunca maduran. Si son capturados cuando ya han alcanzado su madurez, languidecen en cautiverio. Su cabeza rechaza toda enseñanza que no continúe el proceso de maduración de su especie. Ningún gorila consigue asimilar el mecanismo pavloviano clásico de laboratorio: se niegan sistemáticamente a hacer una monería para recibir una banana. En la selva la banana está: para el que tiene hambre, no para que el que hizo la monería para ganársela. Los gorilas no creen en la acumulación: no quieren una banana de más, cuando están satisfechos. Porque no tienen vanidad: ningún gorila trata de ganarse la simpatía ajena con monerías.
El chimpancé, en cambio, evoluciona en cautiverio. En la misma forma, casi, en que el ser humano evoluciona en las ciudades: propulsado por la vanidad, por el afán de ser lo que no es, a través de la emulación.”

Pág 198.

“Dejáme decirte una cosa: el peor estigma de nuestro tiempo no es la falta de creencias sino la falta de realismo para encontrarlas. Y eso no es escepticismo sino frivolidad.”

Pág 238.

En Frivolidad, Forn, Juan, Editorial Planeta, 1998.

miércoles, 15 de octubre de 2008

"El tiempo de una vida" (2005) de Juan José Sebreli.



“Había otro paseo al Centro, el de los días de semana con mi madre, “ir de compras”, aunque la mayor parte de las veces se redujera a ver vidrieras, módica forma en la clase media pobre de reverenciar el fetichismo de la mercancía.”

Pág 70.

“El peronismo fue un fascismo mediocre y blanduzco, similar al de los primeros años de Mussolini, y no se vislumbraban las sangrientas dictaduras militares y el terrorismo de Estado de los años setenta.”

Pág 166.

“(…) el rendimiento no depende de la represión del instinto ni del uso del cuerpo como instrumento de trabajo penoso. La evolución de la técnica hizo posible la liberación del erotismo, aunque éste sea manipulado por la incitación al consumo.”

Pág 307.

En El tiempo de una vida, Sebreli, Juan José, Editorial Sudamericana, 2005.

lunes, 6 de octubre de 2008

sábado, 4 de octubre de 2008

El enemigo.



Una vez que se conozca su pensamiento, se lo podrá destruir.

Entrevista a Alain Badiou (2008).



“Hay una sola máxima ética: si uno se compromete en un punto, sostenerlo a toda costa. No sostener un punto es siempre traicionar una verdad.”

Pág 7.

“De lo que se trata, en suma, es de que la especie humana se eleve por encima de la animalidad darwiniana y deje de considerar que son inevitables la competencia egoísta, la lucha de todos contra todos y la desigualdad monstruosa de las fortunas. Pensadores y hombres de acción como Marx, Lenin, Mao y tantos otros muestran que la clave del problema reside en la organización política de los dominados y en su invención de una nueva disciplina interna, invención que les permita sustraerse al poder de las oligarquías económicas y de sus representantes de Estado. Propongo decir que, sin esta hipótesis muy general como horizonte ideológico, es imposible pensar y practicar una política de emancipación.”

Pág 8.

Entrevista a Alain Badiou realizada por María del Carmen Rodríguez en ADNcultura, La Nación, 4 de octubre de 2008.