domingo, 18 de enero de 2009

"Estertores de una década, Nueva York '78" de Manuel Puig.



“Independencia: Cocó aconseja a la mujer anteponer la carrera a todo, porque lo mejor de la vida es la independencia. Gol del matriarcado americano. La platea aplaude a rabiar.”

Pág 83.

“Ah, y permítanme que les transcriba dos preguntas dirigidas a mí en París por intelectuales (no por cualquier tarado), muy indicativas de lo bien que se nos conoce: 1) “¿Y los peones están aprendiendo a leer y escribir”; 2) “¿Cómo es posible que el cine extranjero se dé en versión original con subtítulos en vez de doblado, cuando la mayoría de la población no sabe leer?”. Sin comentarios.”

Pág 122.

“¿Qué salvaría yo de un incendio si tuviera que elegir un filme de la historia del cine? Supongo que para los aficionados a Antonioni, Godard y otras yerbas sería una fatalidad mi elección.” (Fatalidad de Josef von Sternberg)

Pág 149.

En Estertores de una década, Nueva York '78, Puig, Manuel, Editorial Seix Barral, 1993.

"La muerte en los ojos" de Jean-Pierre Vernant.



“(…) no se puede concebir ni definir el Mismo sino en relación con el Otro, con la multiplicidad de otros. Si el Mismo permanece encerrado en sí mismo, no puede haber pensamiento. Ni civilización, agregamos nosotros. Al hacer de la diosa de lo marginal una divinidad integradora y asimiladora –al instalar a Dioniso, que en el panteón griego encarna la figura del Otro, en el centro del dispositivo social y la escena teatral-, los griegos nos legaron una gran enseñanza. No es una invitación a hacerse politeista ni a creer en Dioniso y Artemisa, sino a incorporar en la idea de la civilización una actitud del espíritu cuyo valor, además de moral y político, es también intelectual. Esa actitud se llama tolerancia.”

Pág 38.

“(…) Artemisa vela por que efectúen correctamente el aprendizaje del modelo al cual deberán adaptarse cuando llegue el momento. Desde las márgenes donde reina, los prepara para volver al centro. Su función de nodriza en el espacio salvaje busca integrarlos en el corazón del espacio cívico.”

Pág 40.

“A diferencia de las figuras divinas y los rostros humanos, la máscara de Gorgo, como cabeza aislada, incluye en la composición de sus rasgos varios aspectos de carácter insólito y extraordinario. Las pautas normales, las clasificaciones usuales, aparecen embrolladas y trastrocadas. Lo masculino y lo femenino, lo joven y lo viejo, lo bello y lo feo, lo humano y lo bestial, lo celestial y lo infernal, lo alto y lo bajo (Gorgo da a luz a sus retoños a través del cuello a la manera de las comadrejas que, al parir por la boca, invierten las funciones bucal y vaginal), lo interior y lo exterior (la lengua no permanece oculta dentro de la boca sino que se proyecta como un sexo viril, desplazado, erecto, amenazante), en fin, todas las categorías se trastruecan, funden y confunden en ese rostro.”

Pág 103.

“Cara a cara con la frontalidad, el hombre se coloca en posición de simetría con respecto al dios; se ubica en su mismo eje; esta reciprocidad implica a la vez dualidad- el hombre y el dios que se enfrentan- e inseparabilidad, incluso identificación: la fascinación significa que el hombre no puede desviar su mirada, apartar su rostro de la mirada de la Potencia; su ojo se pierde en el de la Potencia que lo mira, como él la está mirando, hasta que él mismo es proyectado a ese mundo presidido por ella.”

Pág 104.

En La muerte en los ojos, Vernant, Jean-Pierre, Editorial Gedisa, 1986.

"Los pasos previos" de Francisco Urondo.



“Ya no se trataba de discernir si estaban o no dadas las condiciones para soltar amarras; o si, por el contrario, esas condiciones debían ser precipitadas. El abismo rodeaba a todos; estaban unos en pleno salto, otros observando el espacio por donde se trazaba la parábola. Había que empezar de nuevo u olvidar.
Lo inquietante era que alguien se estaba equivocando. Y sólo el tiempo haría evidentes los errores, sólo el fracaso demostraría algo convincente.”

Pág 25.

“-Esos grupos están por comenzar a operar. Y llegan con novedades: más que moverse en el campo, van a actuar en las zonas urbanas. Esto ya se da en el Brasil y en el Uruguay; parece que han llegado a esta conclusión.”

Pág 89.

“Tampoco va a haber arreglo, ni entendimiento, ni pacto de ninguna clase con la dictadura ni los intereses que la dictadura representa. Que sigan escribiendo las revistas y los diarios lo que quieran; que sigan inventando algunos canales lo que quieran; que sigan fabricando divisiones internas y uniones externas. Eso será imposible. Primero nos tendrán que matar y sacar del camino.”

Pág 217.

Pág 250 – Diálogo. (Anticipación de los métodos de tortura, etc).

En Los pasos previos, Urondo, Francisco, Editorial Adriana Hidalgo, 1999.

sábado, 17 de enero de 2009

"El jugador" de Fiodor Dostoievski.



“Bueno; pues sí, es verdad: para mí, ser esclavo suyo constituye un placer. Sí, sí; hay un placer en el último grado de la humillación y anonadamiento (…)”

Pág 422.

En Obras completas tomo II, Dostoyesvski, Fiodor M., Editorial Aguilar, 1981, Madrid.

"Crimen y castigo" de Fiodor Dostoievski.



“El Derecho económico establece que cuantos más negocios particulares existen en la sociedad, y, por decirlo así, más caftanes enteros, tanto mejor para la firmeza de sus cimientos y tanto mejor para la gestión del negocio colectivo. Así que, mirando única y exclusivamente por mí, es como precisamente miro también por todos los demás y hago que mi prójimo reciba algo más que un caftán partido en dos, y no tampoco en virtud de particulares y únicas mercedes, sino como consecuencia del general progreso. Idea sencillísima, pero que, por desdicha, se ha tardado excesivamente en concebirla, habiendo sido suplantada por los entusiasmos y ensueños; y eso que, al parecer, no se requiere mucho ingenio para comprender…”

Pág 121.

“(…) ¡La cosa es vivir, vivir, vivir!¡Vivir, sea como fuere, pero vivir!...¡Qué verdad tan grande!¡Señor, qué verdad!¡El hombre es cobarde!...Y cobarde quien por eso le llama “cobarde”, añadió luego de un minuto.”

Pág 128.

“La mentira es el único privilegio del hombre sobre todos los demás animales. Mientes… ¡pues ya alcanzarás la verdad! Porque soy hombre es precisamente por lo que miento. Ni una sola verdad podrías alcanzar si antes no mintiese catorce veces, lo cual representa un honor sui generis. (…) Mentir con gracia, de un modo personal, es casi mejor que decir la verdad, al estilo ajeno; en el primer caso eres hombre, ¡en el segundo no pasas de ser un papagayo!(…) Todos, todos, sin excepción, en el terreno de las ciencias, de la cultura, el ingenio, la invención, la experiencia, en todos los terrenos, en todos, en todos, en todos, no pasamos de la clase de primeras letras. ¡Gustamos de arreglarnos con el talento ajeno! ¡Comemos lo ya masticado!”

Pág 157.

“Los hombres vulgares deben vivir en la obediencia y no tienen derecho a infringir las leyes, por el hecho mismo de ser vulgares. Pero los extraordinarios tienen derecho a cometer toda suerte de crímenes y a infringir de todas las maneras las leyes, por el hecho mismo de ser extraordinarios. Así me parece que decía usted, si no estoy equivocado.
- Pero ¿qué es eso? ¡Eso no puede ser!- gruñó Razúmijin perplejo.
Raskólnikov volvió a sonreírse. Comprendía, al fin, de qué se trataba y por qué le querían hacer hablar: recordaba su artículo.”

Pág 198.

“Todo depende del ambiente, del medio en que se encuentre el hombre. Todo consiste en el medio; el hombre, por sí mismo, no es nada.”

Pág 273.

En Obras completas tomo II, Dostoyesvski, Fiodor M., Editorial Aguilar, 1981, Madrid.

martes, 6 de enero de 2009

"Osvaldo Lamborghini, una biografía" (2008) de Ricardo Strafacce.



“Por falta de coraje para ser lo que soy, quise ser otros, vivirme en otros para así, tal vez, reconciliarme conmigo mismo. En fin, algo asqueante.”

Pág 118.

Pág 200 – Pizarnik copia a Porchia.

“Quiero decir que desde este hueco prosiguen los efectos de truca, intriga, complot. Lugares vacíos y la interposición de la letra. La vida, nunca.”

Pág 343.

“Identificarse con el proletariado = Regodearse con los sufrimientos de los oprimidos mediante la coartada masoquista de sentirlos, como diríamos, “en carne propia””.

Pág 356.

“Sabemos que lo único que quieren estos profesores es hablar de ellos mismos.”

Pág 447.

“(…) si su muerte (la de Lezama Lima) te afectó tanto (como cuando chicos la de algún personaje de novela), eso quiere decir que seguís aferrado con uñas y dientes al lujurioso método de la lectura infantil, prueba que tu destino es literario. Sos, entonces, el lector único de todas las obras: como yo, como todos los “frágiles”. Porque verdaderamente hay que ser muy artista para convertir en cuestión personal el cese de una existencia que transcurría en el ámbito de los grandes salones de las letras, mientras nosotros, pequeños, asmáticos, encerrados sin sueños en nuestros cuartos de niños, mirábamos desfilar las imágenes y le escribíamos arteras cartitas a mamá para lograr el beso de su cara. (…) Terrible el tener un solo goce en la vida y terrible la certidumbre de que nunca nos faltará. A morir, entonces; a escribir.”

Pág 452.

“La lectura de El Fiord en el taller comunista del teatro IFT provocó escozor y congoja. Uno de los participantes –un hombre grande, un viejo militante- se dirigió a Barros y Asís y expresó el sentimiento de la mayoría de los talleristas: “¿Y yo con qué cara vuelvo a mi casa y miro de frente a mis hijos después de haber escuchado esta inmundicia?””

Pág 466.

“(…) los poemas de Borges, impensables sin los de Darío, son hermosísimos –y su belleza y su verdad no se agotan en ninguna pijotería estilística: conservadora, revolucionaria o lo que sea.”

Pág 594.

“(…) para exhibir algo ante el otro, antes de despedirse le dijo que él tenía un manejo prácticamente absoluto de todo lo que se publicaba en la revista Vigencia (…) pero que no firmaba sus colaboraciones (…) porque no quería “quemarse” con una publicación cuyas vinculaciones militares (específicamente marineras) eran conocidas.”

Pág 650.

Pág 666 – Crítica de Aira a “Respiración artificial” de Ricardo Piglia.

En Osvaldo Lamborghini, una biografía, Strafacce, Ricardo, Editorial Mansalva, 2008.

"Los confidentes" (1994) de Bret Easton Ellis.



“-¿Qué estamos haciendo aquí?- pregunto-. ¿Bruce?
En un determinado momento Bruce dice:
-¿No estamos demasiado lejos para volver cuando queramos?”

Pág 263.

En Los confidentes, Ellis, Bret Easton, Ediciones B, 1994, Barcelona.