martes, 30 de octubre de 2007

"La política exterior de Menem y su sustento teórico implícito" de Carlos Escudé.

"Se puede presuponer que, por el contrario, la Nación (con mayúsculas) es un todo superior a la suma de sus partes, y que todo, incluyendo los derechos individuales, es sacrificable a los sacros intereses nacionales. No obstante, afirmo que las últimas consecuencias lógicas de este punto de partida alternativo (que rechazo) son totalitarias, vengan de mano del nacionalismo, de la sociedad sin clases o de cualquier otra ideología que no privilegie esencialmente al individuo por sobre el Estado."

Pág 399.

En Relaciones Internacionales de Argentina, La política exterior de Menem y su sustento teórico implícito, Escudé, Carlos.

viernes, 26 de octubre de 2007

"¿Quién mató a Rosendo?" (1968) de Rodolfo Walsh.



"Si alguien quiere leer este libro como una simple novela policial, es cosa suya. Yo no creo que un episodio tan complejo como la masacre de Avellaneda ocurra por casualidad."

Pág 13.

"Mi intención no era llevarlos ante una justicia en la que no creo, sino darles la oportunidad, puesto que se titulaban sindicalistas, de presentar su descargo en el periódico de los trabajadores."

Pág 14.

"En algún momento le pareció que comprendía la esencia del poder: ese punto de equilibrio en que nadie hace su voluntad, pero el más hábil opera con la voluntad ajena."

Pág 43.

"A su derecha, en la cabecera, estaba Armando Cabo, un hombre de la vieja guardia metalúrgica, héroe de la Resistencia, ahora dilapidado por las transacciones y el alcohol (...)"

Pág 50.

"Se habían acabado los giros y los saltos. Empezaba el sueño."

Pág 125.

"P.- No hay ningún tiro contra ustedes. En la zona de ustedes, ni un solo tiro.
I.- Por eso. Y ahí me avivo yo. Porque Vandor sabe que yo sé que él lo mató."

Pág 138.

"¿Era posible ir más lejos?"

Pág 140.

"Domingo Blajaquis era uno de los hombres que vivieron para eso, y como él hubo muchos, convencidos de que a la violencia del opresor había que oponer la violencia de los oprimidos; al terror de arriba, el terror de abajo. Era una lucha condenada por falta de organización y de conducción revolucionaria, pero alteró el curso de las cosas, derrotó las fantasías del ala más dura de la revolución libertadora y facilitó el triunfo de su ala conciliadora y frondizista."

Pág 157.

"El sistema no castiga a sus hombres: los premia. No encarcela a sus verdugos: los mantiene. Y Augusto Vandor es un hombre del sistema."

Pág 191.

"Ese silencio de arriba no importa demasiado. Tanto en aquella oportunidad como en ésta me dirigí a los lectores de más abajo, a los más desconocidos. Aquello no se olvidó, y esto tampoco se olvidará. En las paredes de Avellaneda, de Gerli, de Lanús, ha empezado a aparecer un nombre que hace mucho tiempo que no aparecía. Sólo que ahora va acompañado de la palabra: Asesino."

Pág 193.

En ¿Quién mató a Rosendo?, Walsh, Rodolfo, Editorial Hyspamerica, 1988.

martes, 23 de octubre de 2007

"Rebellion (lies)" de The Arcade Fire



everytime you close your eyes, lies, lies...

=(

"Alicia en el país de las maravillas" (1863) de Lewis Carroll.



"-¡Ay, Dios mío! ¡Todo es tan raro hoy! Y pensar que ayer fue un día normal...¿Habré cambiado durante la noche? A ver...¿era yo misma al levantarme por la mañana? Creo recordar haberme sentido algo distinta. Pero, si no soy la misma, ¿quién diablos soy entonces? ¡Ah, ése es el dilema!"

Pág 44.

"-¿Quién eres tú?
No era un comienzo demasiado alentador. Alicia contestó, bastante intimidada:
-Yo...yo ya ni sé quién soy...Al menos sabía quién era cuando me levanté por la mañana, pero he cambiado tantas veces desde entonces..."

Pág 71.

"-Entonces deberías decir lo que quieres decir- prosiguió la Liebre de Marzo.
-Eso es lo que hago -se apresuró a responder Alicia-. Al menos...al menos quiero decir lo que digo...Es lo mismo, ¿sabe?
-¡Lo mismo, un cuerno! -contestó el Sombrerero-. Porque, si no, podrías decir que "veo lo que como" es igual a "como lo que veo".
-Así también podrías decir -agregó la Libre de Marzo- que "me gusta lo que tengo" es igual a "tengo lo que me gusta".
-También podrías decir -añadió el Lirón, quien parecía estar hablando en sueños-, que "respiro mientras duermo" es igual a "duermo mientras respiro".
-Para ti es lo mismo -dijo el Sombrerero."

Pág 96.

"Alicia no dijo nada. Se había sentado con la cara entre las manos, pensando si algo, alguna vez, volvería a suceder normalmente."

Pág 136.

"-¿Qué hacen? -Alicia susurró al Grifo-. Nada deben anotar, si el juicio aún no ha comenzado.
-Escriben sus nombres -le susurró a su vez el Grifo-, pues temen olvidarlos antes de terminado el juicio."

Pág 141.

En Alicia en el país de las maravillas, Carroll, Lewis, Editorial Losada, 2000.

domingo, 21 de octubre de 2007

"La granada" (1964) y "La batalla" (1964) de Rodolfo Walsh.



La granada

"El mundo está lleno de objetos así, hechos para atestiguar una situación, no para remediarla."

"No son chistes. En cierto sentido, todo el mundo lleva encima una granada. Pero usted sabe dónde está. Es una gran ventaja. (...)Es que usted ha vivido fingiendo hasta ahora. Ya no podrá. Pensándolo bien, debería bailar de contento. Le ha ocurrido, muy joven, algo que es casi un milagro. Su destino se ha hecho objetivo. Usted es mucho más usted. ¿Qué era hace unas horas? Un desgraciado, un pobre colimba."

Pág 248-249.

"Yo no quiero monumento. El monumento de uno es uno mismo. Eso lo aprendí anoche, y me costó bastante."

Pág 287.

La batalla

"Efraín:El tirano y el país se producen mutuamente. Dentro de ese círculo no puede ser derrotado, aunque cambie de nombre y de cara.

Marrero: Ese círculo es la historia.

Efraín: Es una de las historias posibles. La que tú permites en este momento.

Marrero: ¿Por qué te has alzado contra él, entonces?

Efraín: Me alzo de otro modo, al nivel de la tierra, de mis muertos, no de tus coroneles y embajadores. Rechazo la historia que tú aceptas y trato de forzar otra.

Marrero: Esa historia exige otro país.

Efraín: En esa medida empiezo a ser otro país. Soy derrotado, desde luego, pero reaparezco, igual que él. Las líneas de fuga del futuro repiten indefinidamente mi silueta y la suya, sólo que estamos en distintos paisajes. El suyo se desvanece, el mío se afirma."

Pág 347.

"Efraín: No te das cuenta que los verdaderos políticos son ellos. Los López, los Robles, los Urvina. En este tablero ganan siempre ellos. Contra el pueblo no han ganado nunca la guerra, pero han ganado siempre la paz. Los tiros que nunca disparan, las batallas conversadas, la suma algebraica de regimientos son los que derrocan gobiernos para cambiarlos por otros iguales. Eso es política, Marrero. Golpe, elecciones, gobierno civil, gobierno militar. ¿Quién lucha? Nadie. ¿Quién muere? Algún peatón distraído, alguna anciana curiosa. Pero, ¿qué son estos golpes, estas revoluciones? Un show de prestidigitadores. Cuando la mercadería apesta, se cambia el escaparate. Crees que puedes acabar con el tirano mediante un golpe idéntico al que lo puso donde está; que podría ser planeado por él; que acaso esté planeado por él. ¿Qué cambia por eso? Lo sacas, y el país tuyo, que es el país de él, vuelve a expresarse del mismo modo.

Marrero: ¿Y tú dónde te colocas?

Efraín: Fuera."

Pág 348.

En Obra literaria completa, Walsh, Rodolfo, Editorial Siglo XXI, 2da edicion, México, 1985.

sábado, 20 de octubre de 2007

"Yvonne, princesa de Borgoña" (1933) de Witold Gombrowicz.

"Tengo bastante fortuna como para someterme a los peores sacrificios. ¿Sólo una belleza tendría el derecho de gustarme? ¿Por qué no un mamarracho? ¿Dónde está escrito? ¿Hay alguna ley? ¿Qué ley, quién hay que pretenda esclavizarme? No soy un autómata, soy un hombre libre."

Pág 19.

"No hay duda de que uno nunca conoce su propia superioridad hasta el día en que descubre a alguien muy inferior. Ser príncipe a los ojos de otros, eso no vale nada...yo quiero ser príncipe para mí!"

Pág 25.

"Tu dejadez, tu descuido, tu asquerosidad...en eso que estás pensando ahora. Dime qué es, vamos, lo sabes perfectamente, dímelo. ¡Vas a ver que es lo mismo que pienso yo! Dímelo al oído."

Pág 45.

"E invita a los dignatarios más "snobs", esos viejos profesionales de la arrogancia...Tienen las cualidades necesarias para asustar, son capaces de paralizar a cualquiera."

Pág 65.

"A cada uno su rango, y el que de abajo muerda al de arriba y el de arriba muerda al de abajo! Quiero decir: que el superior aprenda del inferior su merecido orgullo y que el inferior aprenda del superior la noble emulación que fecudara su celo."

Pág 72.

"Arrodíllate, Felipe. Hay que arrodillarse, hijo. Es necesario. ¡No puedes quedarte de pie tu solo, cuando todos los demás estamos de rodillas!"

Pág 76.

En Yvonne, princesa de Borgoña, Gombrowicz, Witold, Editorial Talia-Aquarius, 1972.

lunes, 15 de octubre de 2007

"Ese hombre y otros papeles personales" de Rodolfo Walsh.



1962.

"Quisiera tragarme la vida.
Me pregunto de golpe qué estoy haciendo aquí, iluminando pobres historias, restaurando con un poquito de témpera los viejos retratos.
Debe ser que hoy no tengo sol en esta otra isla cimarrona.
Me gustaría ir a Bahía y ser un negro. Trabajar con los negros y coger con las negras y aprender a cantar y a bailar.
Me pregunto qué hago aquí, dilapidando mi vida en secas cosmogonías, en planes.
El hombre no tiene que averiguar lo que es. Tiene que ser.
Pierde tiempo en averiguar lo que es, y no puede averiguarlo porque simultáneamente deja de ser.
Ser es sentir, y la única manera de saber lo que uno es, es vivir y ser. No importa que no quede constancia.
Me gustaría ser capaz de salir ahora mismo, caminando, juntar mis pocas cosas, irme para siempre.
Para siempre detrás del sol y del mar.
Que alguien me enseñe a cantar y a bailar.
Que alguien me desate la lengua.
Que yo pueda hablar con la gente, entonces podré hablar de la gente.
Que alguien me cauterice esta costra de incomunicación y estupidez.
Que yo sea otro, que vuelva a ser un chico.
Me voy a ir."

Pág 63-64.

1968

"Los ejercicios espirituales son para: 1)enfermeras; 2)profesionales; 3)madres de familia; 4) lisiadas; 5)hombres; 6)señoritas; 7)empleadas de casas particulares.
No los hay para: 1)prostitutas; 2)madres de bastardos; 3)cocainómanos; 4)ministros. Pero en cambio hay "retiros de perseverancia" para 1)caballeros y jóvenes; 2)señoritas, y un Movimiento Familiar Cristiano que da cursos a: 1)novios."

Pág 94.

"Algo de Marx. El joven Marx riñendo con Epicuro, debatiéndose con Hegel. Engels era un buen borracho. Lenin explicando los ladrillitos de Bogorodsk: de uno a cinco obreros, tantos ladrillitos; más de diez obreros, tantos más: concentración capitalista. Qué divina paciencia que tuvieron estos hombres. Pero me parece que Lenin no amaba tanto sus ladrillitos como Fidel su fábrica de fideos, o sus plantaciones de arroz: de las barbas y los brazos de Fidel anhela caer sobre sus hijos una catarata inagotable de alimentos.
El absoluto de Hegel: cuidado, dijo Marx, con considerar como espíritu absoluto al propio individuo filosófico. Cuidado con creerse encarnación personal de la crítica. Sin embargo, la Crítica era una persona para todos los alemanes.
Un mundo lleno de piolas."

Pág 106.

"¿Me gustaría escribir como Arlt? Me gustaría tener su fuerza, su resentimiento, su capacidad dramática, su decisión de enfrentar a los personajes, como quería Shaw; su inventiva incluso; su aptitud fantástica, porque el mundo de Arlt es fantástico a fuerza de realismo; pero no me gustaría escribir una sola de sus líneas."

Pág 114.

"Incluso el libro de David, aunque mal hecho, es un índice."

Pág 117.

"Me refiero principalmente a métodos de trabajo. Hace años que vengo luchando por eliminar cosas que formaban una "infraestructura" errónea, la bebida, el cigarrillo, los malos horarios, la pereza y las postergaciones consiguientes, la autolástima, el desorden, la falta de disciplina; la consiguiente falta de alegría y de confianza; todo eso ensamblado en una estructura mental que seguía siendo burguesa."

Pág 119.

"Hasta 1957 yo era nacionalista. Aunque jamás fui antiperonista, cuando se produjo la caída de Perón estuve de acuerdo con el hecho."

Pág 141.

"Dentro de las limitaciones que existen para que cualquier obra literaria llegue a la clase obrera, creo que este material tiene una cierta penetración. Basta con que llegue a las cabezas del movimiento obrero, a los dirigentes, a los que tienen responsabilidad de conducción, a los militantes más esclarecidos. Ellos son los vehículos de las ideas contenidas en el libro."

Pág 145.

Pág 146-147: Anuncio de la muerte de Vandor, regocijo de Walsh...

"Es fácil descubrir errores, principios de neurosis, la jactancia, la desconfianza, los juegos de lealtades. De noche no sueño más que con los turbios engranajes de la revolución en la que me he sumergido como en un sueño. Siento a veces que he perdido mi interioridad, que he matado un mundo. Por ejemplo, ¿podría escribir?
Es lo que vamos a ver."

Pág 153.

"(La censura. Creo que estoy comprendiendo por qué me resulta tan fácil "abandonar la literatura". En el fondo no es ningún sacrificio. Lo que lamento es no poder continuar la farsa. Raimundo tiene razón: escribir para burgueses. ¿Podrá existir una literatura clandestina?)"

Pág 161.

"(...)y que yo no soy el héroe de la historieta, sino uno más, alguien que pone un poco el hombro todos los días, y cuando es necesario, pone algo más que el hombro. Pero teniendo en cuenta que debo y puedo también actuar en otro terreno, sin enceguecerme en la pura acción. Debo pensar, sin retroceder, y volver a pensar, y usar sobre mí algo de mi inteligencia y cariño."

Pág 165.

"Pero la estupidez del despotismo peronista estaba dada por la burguesía, incluso por aquellos dirigentes obreros que -después lo vimos- eran los peores burgueses de todos, los burgueses enriquecidos y ensoberbecidos integrados en el Aparato."

Pág 167.

"TEORIA GENERAL DE LA NOVELA:

1. Ser absolutamente diáfano. Renunciar a todas las canchereadas, elipsis, guiñadas, a los entendidos o los contemporáneos. Confiar mucho menos en aquella famosa "aventura del lenguaje". Escribir para todos. Confiar en lo que tengo para decir, dando por descontado un mínimo de artesanía. Eludir la elenfantiasis literaria, tipo David.
2. Recuperar la verdad, las propias contradicciones. Evitar puerilidades como la de Z (Se refiere al personaje de la película homónima dirigida por Costa Gavras), ese personaje impoluto. No hay personajes impolutos.
3. Recuperar la verdad del pueblo, de las masas que es más importante que la de los individuos. Trazar el avance de los héroes, desde la resignación hasta el triunfo que se sabe no-definitivo, porque tampoco es posible ya ser incocente ante la Revolución. Todo esto equivale a aprender de nuevo multitud de cosas."

Pág 176-177.

1970

"Allí vimos (...) a Saer, presuntamente desgarrado por el exilio, y padeciendo esa necesidad de exculparse denigrando a los otros (...)"

Pág 189.

1971

"Ordenamiento. Éste ha sido siempre nuestro talón de Aquiles: la incapacidad de llegar a un ordenamiento simple, no utópico, capaz de sobrellevar una prueba de meses o de años, de soportar el aburrimiento, la rutina, las desgracias personales."

Pág 214.

"La condición del artista en la sociedad burguesa es, pues, de una extraordinaria ambigüedad. Nadie lo valora como él se valora. El hecho de que ciertos cuadros, algunos manuscritos, alcancen hoy valores fabulosos (sobre todo después de que sus autores mueren) no modifica la cuestión, ya que ese precio desmesurado no emana del aprecio de la obra artística, sino de la psicosis del coleccionismo, de la posesión de lo único, que es el lujo supremo y último de la burguesía en su faz decadente y consumista."

Pág 233.

"Briante:(...)Creo que ese libro lleva a otro nivel de la literatura que en este momento es más importante.
Walsh: Pero yo tampoco lo percibía. Yo dejaba una cosa, dejaba de hacer testimonio, de inspirarme en la realidad de las persecuciones del pueblo, del sufrimiento del pueblo, para pasar a un plano en el que si bien esos temas no eran abandonados, eran tratados de otra forma. No eran presentados sino representados. No era la primera instancia de la denuncia sino la segunda instancia, mucho menos concreta. Hay culpables, pero -en todo caso- son personajes de novela."

Pág 241.

1976

"Anoche tuve una pesadilla torrencial, en la que había una columna de fuego, poderosa pero contenida en sus límites, que brotaba de alguna profundidad.

Hoy en el tren un hombre decía: -Sufro mucho. Quisiera acostarme a dormir y despertarme dentro de un año. Hablaba por él, pero también por mí."

Pág 266.

En Ese hombre y otros papeles personales, Walsh, Rodolfo, Ediciones de la Flor, 2007.

"Diario (1953-1969)" de Witold Gombrowicz.



1953

"No me fío de la virtud de los que han fracasado, de la virtud nacida de la desgracia, y toda esa moralidad me recuerda las palabras de Nietzsche: "La moderación de nuestras costumbres es consecuencia de nuestro debilitamiento"."

Pág 20.

"No me muero en absoluto de ganas de representar a ninguna cosa aparte de mi propia persona; no obstante, el mundo nos impone esas funciones representativas en contra de nuestra voluntad, y no es culpa mía que para aquellos argentinos yo representara a la literatura polaca contemporánea."

Pág 24.

"Porque la Literatura es una dama de costumbres severas y no debe pellizcársela por los rincones. El rasgo característico de la literatura es la dureza. Incluso la literatura que sonríe bondadosamente al lector es resultado de un duro desarrollo de su creador. Y la literatura debe tender a agudizar la vida espiritual y no a tolerar semejantes muestras de escritura marginal."

Pág 27.

"¿Escritores? Nos ahorraríamos muchas desilusiones no llamando "escritor" a cualquiera que sabe "escribir"... Yo conocía a estos "escritores": eran por lo general personas de inteligencia poco profunda y horizontes bastante estrechos, que en los tiempos que yo recuerdo no llegaron a ser alguien...., por lo que hoy, de hecho, no tienen nada que sacrificar. Estos cadáveres vivientes se distinguían por la siguiente característica: les era fácil fabricarse su postura moral e ideológica, ganándose de esta forma el aplauso de la crítica y de una parte importante de los lectores."

Pág 29-30.

"¿Qué pensar de la categoría intelectual y demás cualidades de una persona que aún no se ha enterado de que las palabras cambian en función de su uso, de que incluso la palabra "rosa" puede perder su perfume cuando aparece en labios de una pedante pretenciosa y en cambio la palabra "m..." puede resultar correctísima cuando su uso está sometido a una disciplina consciente de sus objetivos?
Pero ellos leen literalmente. Si alguien utiliza palabras sublimes es noble; si las usa duras, es fuerte; si vulgares, es ordinario. Y esa estúpida manera de comprenderlo todo al pie de la letra impera incluso en lo más alto de la escala social. ¿Cómo se puede soñar entonces con una literatura polaca de cierta envergadura?"

Pág 35.

"(...)sobre las cosas perecederas es posible escribir de forma imperecedera."

Pág 36.

"(...)el valor del arte puro consiste en que rompe los esquemas."

Pág 39.

"En la propia naturaleza de la prensa literaria hay algo que siempre molestará a la literatura como un hueso atravesado en la garganta."

Pág 41.

"Si nuestra sensibilidad no se ha manifestado en nosotros con fuerza suficiente, es así porque somos esclavos de un lenguaje heredado; pero ella va surgiendo a la superficie cada vez con mayor fuerza, filtrándose a través de las grietas de la forma. (...) He aquí la imagen: el majestuoso edificio de una civilización milenaria se ha derrumbadom, silencio y vacío; sobre los escombros, un enjambre de menudos y grises seres humanos que no han podido aún salir del asombro. Porque se ha derrumbado su iglesia: los altares, los cuadros, las vidrieras, las estatuas, ante lo cual hincaban las rodillas; se ha hundido la bóveda que los protegía, todo se ha convertido en polvo y escombros y ellos han quedado al descubierto. ¿Dónde buscar un amparo? ¿A quién adorar? ¿A quién rezar? ¿A quién temer? ¿Dónde ubicar la fuente de inspiración y de fuerza? ¿Sería de extrañar que vieran en ellos mismos la única fuerza creadora y la única Deidad accesible? Éste es el camino que conduce de la adoración de las obras humanas al descubrimiento del hombre como una potencia decisiva y desnuda."

Pág 43-44.

"Él dice: yo admiro. Yo digo: tú intentas admirar. Una pequeña diferencia, y, no obstante, sobre esta pequeña tergiversación se ha edificado una montaña de devota mentira. Y precisamente en esta falsa escuela se está formando un estilo, y no sólo artístico, sino también el estilo de pensar y sentir de la elite, que acude aquí para perfeccionar sus sentimientos y conseguir la seguridad de la forma."

Pág 49.

"En efecto, hemos estado sometidos sucesivamente a la influencia de dos conceptos: uno de ellos, aristócrata, obliga al receptor a admirar algo que no puede ni sentir ni comprender, mientras que el otro, proletario, obliga al creador a fabricar algo que desprecia, que es inferior a él y que sólo puede servir a las gentes simples y a los pobres de espíritu. La lucha entre estas dos escuelas enemigas tiene lugar en nuestras propias carnes, y es tal la fuerza con que se destruyen mutuamente, que se ha creado en nosotros un vacío; ¿lograremos algún día escapar de ese baño purificados y capaces de llevar a cabo un acto creativo propio y particular?"

Pág 51.

"(...)también la verdad revelada ha emprendido, junto con todas las ideas humanas, una marcha hacia sus orígenes. Así que por este lado tampoco es la verdad lo que obstaculiza el entendimiento, sino la voluntad, el deseo de imponerse un cierto canon para ser alguien concreto, para ser alguien."

Pág 57.

"Escribir no es otra cosa que una lucha llevada por el artista contra los demás por su propia celebridad."

Pág 62.

"Pervive en mí la convicción de que el escritor que no sabe escribir de sí mismo es incompleto."

Pág 66.


En Diario (1953-1969), Gombrowicz, Witold, Editorial Seix Barral, España, 2005.

domingo, 14 de octubre de 2007

"Diarios (1910-1923)" de Franz Kafka.



“A veces parece que la obra cuelga de las bambalinas, que los actores han arrancado jirones cuyos cabos sostienes mientras están actuando, o bien se los han enrollado al cuerpo, y que sólo de vez en cuando, algún jirón difícil de desprender se lleva al actor hacia lo alto con gran espanto del público.”

Pág 78.

“Pero precisamente esta falta de esfuerzo, esta sed de imitar me alejan del actor, porque la falta de esfuerzo tiene su contrapartida en el hecho de que nadie advierte que estoy imitando. Sólo mi propio reconocimiento satisfecho, o más frecuentemente lleno de aversión, me demuestra que lo he conseguido. Sin embargo, mucho más allá de esta imitación exterior, está la interior, a menudo tan convincente y decisiva que no queda espacio dentro de mí para observar y constatar esta imitación, sino que me la encuentro únicamente en el recuerdo. Pero en él, la imitación es también tan perfecta y me sustituye a mí mismo de un modo tan súbito e inmediato, que no sería tolerable en escena, suponiendo que pudiera efectuarse de un modo mínimamente perceptible. No se puede atribuir al espectador otra capacidad que la de percibir el juego del actor. Si un actor que, según le marca el texto, tiene que apalear a otro, lo apalea de verdad a causa de la excitación o de un impulso incontenible de los sentidos, y si el otro grita de dolor, entonces el espectador tiene que convertirse en persona e interponerse entre ambos actores. (…) Lo esencial de un mal actor no consiste en que imita de un modo insuficiente, sino en que imita falsos modelos debido a los fallos de su educación, experiencia y disposición.”

Pág 136.

“Deseo un sueño más profundo, que disuelva más. La necesidad metafísica no es más que necesidad de muerte.”

Pág 170.

“3 de mayo. La terrible inseguridad de mi existencia interior.”

Pág 190.

“22 de octubre. Demasiado tarde. La dulzura de la melancolía y del amor. Que, en el bote, ella me dirigiera su sonrisa. Esto fue lo más hermoso de todo. Sólo el deseo de morir y el hecho de seguir resistiendo todavía, sólo eso es amor.”

Pág 203.

“4 de diciembre. Visto desde fuera, es horrible morir en edad madura pero todavía joven, o matarse incluso. Dejar el mundo en una confusión total, que tendría sentido dentro de una posterior evolución, sin esperanza o con la única esperanza de que este hacer acto de presencia en la vida, dentro del cálculo supremo, sea considerado como algo no ocurrido. Esta sería mi situación actual. Morir no sería nada más que entregar una nada a la nada; pero siendo más que una nada, entregarse de un modo consciente a la nada, y no sólo a una nada vacía, sino a una nada rugiente, cuya nulidad sólo consiste en su incomprensibilidad.

Un conjunto de hombres que son amos y criados. Rostros trabajados, que brillan con vivos colores. El señor se sienta y el criado le trae los manjares en la bandeja. Entre ambos no hay una gran diferencia, ninguna diferencia que pueda estimarse distinta a la que existe, por ejemplo, entre un hombre que, por la coincidencia de innumerables circunstancias, es inglés y vive en Londres, y otro que es lapón y que en ese mismo momento cruza el mar en un bote, solo en medio de la tormenta. Sin duda el criado –aunque sólo en determinadas circunstancias- puede convertirse en señor, pero esta cuestión, cualquiera que sea la respuesta que pueda dársele, no altera para nada los hechos, puesto que se trata de la valoración actual de unas relaciones actuales.”

Pág 210.

“Hay posibilidades para mí, sin duda, pero, ¿bajo qué piedra están escondidas?”

Pág 221.

“También en el sentido de la decisión tengo derecho a sentir una desesperación sin límites por mi estado.”

Pág 360.

“Tenemos permiso para fustigarnos con nuestra propia mano con el látigo de la voluntad.”

Pág 322.

“También en el sentido de la “decisión” tengo derecho a sentir una desesperación sin límites por mi estado.”

Pág 360.

“Cada vez me da más miedo escribir cosas. Es comprensible. Cada palabra, retorcida en manos de los espíritus –este impulso de la mano es su movimiento característico-, se convierte en una lanza dirigida contra el que habla. Y muy especialmente, una observación como ésta. Y así, hasta el infinito. El consuelo sería sólo: Ocurrirá, quieras o no. Y lo que tú quieres, te sirve de bien poco. Más que un consuelo, sería esto: también tú tienes armas.”

Pág 375.

En Diarios (1910-1923), Kafka, Franz, Editorial Tusquets, 1995.

sábado, 13 de octubre de 2007

"Los fronterizos" (1993) de Peter Høeg.







En Los fronterizos, Høeg, Peter, Editorial Tusquets, 1997.

"La náusea" (1938) de Jean-Paul Sartre.



"Veo el porvenir. Está allí, en la calle, apenas más pálido que el presente. ¿Qué necesidad tiene de realizarse? ¿Qué ganará con ello? La vieja se va cojeando, se detiene, tira de una mecha gris que le asoma por debajo de la pañoleta. Camina; estaba allá, ahora está aquí...No sé dónde ando: ¿veo sus gestos o los preveo? Ya no distingo el presente del futuro, y sin embargo esto dura, se realiza poco a poco; la vieja avanza por la calle desierta, desplaza sus grandes zapatos de hombre. Así es el tiempo, el tiempo desnudo; viene lentamente a la existencia, se hace esperar y cuando llega uno siente asco porque cae en la cuenta de que hacía mucho que estaba allí. La vieja se acerca a la esquina de la calle, ahora sólo es un montoncito de trapos negros. Bueno, sí, lo acepto, esto es nuevo, no estaba ahí hace un instante. Pero es una novedad descolorida, desflorada, que nunca puede sorprender. Va a doblar la esquina, dobla...durante una eternidad."

"Ese sol y ese cielo eran un engaño. Es la centésima vez que me dejo atrapar. Mis recuerdos son como las monedas en la bolsa del diablo: cuando uno la abre, sólo encuentra hojas secas."

Pág 45-46.

"(...)sueño basándome en palabras, eso es todo."

Pág 47.

"He pensado lo siguiente: para que el suceso más trivial se convierta en aventura, es necesario y suficiente contarlo.
Esto es lo que engaña a la gente; el hombre es siempre un narrador de historias; vive rodeado de sus historias y de las ajenas, ve a través de ellas todo lo que le sucede; y trata de vivir su vida como si la contara.
Pero hay que escoger: o vivir o contar."

Pág 53.

"Olvidamos que el porvenir todavía no estaba allí; el individuo paseaba en una noche sin presagios, que le ofrecía en desorden sus riquezas monótonas; él no escogía.
He querido que los momentos de mi vida se sucedieran y ordenaran como los de una vida recordada."

Pág 55.

"Decididamente ese sentimiento de aventura no procede de los acontecimientos: ya tenemos la prueba. Más bien es la manera de encadenarme los instantes. Creo que esto es lo que pasa: de pronto uno siente que el tiempo transcurre, que cada instante conduce a otro, éste a otro y así sucesivamente; que cada instante se aniquila, que no la vale la pena intentar retenerlo, etc., etc. Y entonces atribuímos esta propiedad a los acontecimientos que se presentan en los instantes; lo que pertenece a la forma lo referimos al contenido. En suma, se habla mucho del famoso transcurso del tiempo, pero nadie lo ve. Vemos una mujer, pensamos que será vieja, pero no la vemos envejecer. Ahora bien, por momentos nos parece que la vemos envejecer y que nos sentimos envejecer con ella: es el sentimiento de la aventura."

Pág 72.

"El pasado es un lujo de propietario."

Pág 81.

"Yo soy mi pensamiento, por eso no puedo detenerme. Existo porque pienso...y no puedo dejar de pensar. En este mismo momento - es atroz - si existo es porque me horroriza existir. Yo, yo me saco de la nada a la que aspiro; el odio, el asco de existir son otras tantas maneras de hacerme existir, de hundirme en la existencia. Los pensamientos nacen a mis espaldas, como un vértigo, los siento nacer detrás de mi cabeza..., si cedo se situarán aquí delante, entre mis ojos, y sigo cediendo, y el pensamiento crece, crece, y ahora, inmenso, me llena por entero y renueva mi existencia.
Mi saliva está azucarada, mi cuerpo tibio; me siento insulso. Mi cortaplumas está sobre la mesa. Lo abro. ¿Por qué no? De todos modos, así introduciría algún cambio. Apoyo la mano izquierda en el anotador y me asesto un buen navajazo en la palma. El movimiento fué demasiado nervioso; la hoja se ha deslizado, la herida es superficial. Sangra. ¿Y qué? ¿Qué es lo que ha cambiado? Sin embargo, miro con satisfacción en la hoja blanca, a través de las líneas que tracé hace un rato, ese charquito de sangre que por fin ha cesado de ser yo. Cuatro líneas en una hoja blanca, una mancha de sangre: es un hermoso recuerdo. Tendré que escribir encima: "Ese día renuncié a escribir un libro sobre el marqués de Rollebon."

Pág 117.

En La náusea, Sartre, Jean-Paul, Editorial Losada, 1953.

"Melpómene" (inédito) de Enrique Wernicke.



Fragmento inédito de Melpómene (Diario de Wernicke).

Diciembre 29 de 1957

Se termina este año extraordinario. Y yo, a los casi cuarenta y tres, me encuentro en un comienzo. No tengo en dónde trabajar y ando en busca de un "empleo". La fabriquita de soldados no da más y ninguno de los "grandes proyectos" ha cuajado. El saldo de este año es: un hijo que nacerá el mes que viene; un libro de cuentos "muy bueno"; una novela corta en borrador, y deudas por casi 20.000 pesos.

Aplastado por una sensación de fracaso. No se trata de que no me sepa haragán y borrachín. Pero hay borrachines que se "la rebuscan". Yo no. El resultado de estos diez años de "no tener que ir al centro", ha sido escribir cuatro o cinco libros. Y cambiar de mujer tres veces. Y de perro otras tres.

He perdido contacto y relación con cuanta persona puede ayudarme. Y, se me ocurre, he ganado fama de informal, borrachín y loquito. Mi único prestigio: "soldaditos", los divinos soldaditos que me permitieron vivir sin pedir nada a nadie (de mis círculos literarios).

No tengo absolutamente nada. Y no lo tendré por mucho tiempo. Es evidente que yo calculaba, "dejando pasar el tiempo", que algo iba a suceder, que "mi gloria" me iba a asegurar un modesto pan cotidiano y que vendrían a buscarme para darme changuitas. Eso no ha sucedido. El mundo no perdona la indiferencia y el engreimiento, y hay que hacer muchas cosas para que a uno "lo vengan a buscar".

Analizando los hechos, pienso que la vida solitaria de estos años, tan útil para madurar a un Enrique escritor, me ha impedido salir a la calle. El problema de "dónde como" y "quién cuida del perro" me ataba ridículamente a mi casita. Años que no voy al cine, que no veo exposiciones, que no sé qué pasa en Buenos Aires. Si soporto el asqueroso viaje al centro, el traje y la sudada, me vendrá bien un cambio de vida. Pero temo sentirme abrumado por tanta cosa odiosa y que el trago me derrumbe la salud. Habrá que esforzarse como nunca. O pegarse un tiro.

"Cosmia" de Joanna Newsom 5-10-2007.



Recital de Joanna Newsom en Niceto.

Neon Bible de The Arcade Fire



¡The Arcade Fire tocando en un ascensor "neon bible"!

pd: ¿Cómo olvidarse de John Kennedy Toole, no?

"El señor de los venenos" de Enrique Symns.



"La marihuana comenzó a plantarse en cualquier sitio y por cualquier idiota estudiante de botánica. En las macetas de un departamento de San Isidro, en un jardincito de La Plata, en los fondos de la casa de la tía Adela. Estas marihuanas, efectivas pero domesticadas, han perdido la furiosa embestida con que las dotaba la tierra primitiva y la mano inequívoca del traficante. Nada que crezca en el jardín de la vida tendrá la efectividad de todo aquello que se desarrolla bárbaro y viril en la salvaje calle. Así será todo: niños y plantas, colores y artistas, peleadores y perros. Todo lo que crece en el jardín desarrolla el tramado de los virus, la vida le ha sido expropiada y reemplazada por un plan, por un Ansia Cobarde. Actualmente el maravilloso escalón que te transportaba inmediatamente hacia plantas más poderosas; se fue transformando a lo largo de los años en el mantel coqueto en el que psicólogos y rastafaris, amas de casa y toda clase de gente adaptada sirve su porción de misterio para luego contar con orgullo: "Nos fumamos un porrito". Por otra parte, la marihuana ha comenzado a tener un notable índice de adicción. Lamentablemente, es una planta que se parece cada vez más a las pildoritas psiquiátricas con las que los médicos y psiquiatrones amansan a la fiera dolida que se despierta en muchos de sus pacientes. El mejor argumento para defenestrarla lo ha aportado la casta médica de cierto estado del gran país del Norte: ¡muchos médicos recomiendan la marihuana como remedio para casi todos los males! Se trata del suicidio de una planta mágica. El té de los chinos es una clara demostración: de aquella poderosa fiera alucinógena ha quedado ese gatito ensobrado que tomamos cuando nos duele la panza."

Pág 47.

"Y cuando leí al Marqués de Sade a los 12 años, siguiendo las enseñanzas de Las 120 jornadas de Sodoma me convertí en el maestro de pajas de todo el vecindario. Hay algo siniestramente naíf en las propuestas del Marqués, que suele encajar con la imaginación perversa de los niños. Él nos recuerda siempre la época legendaria e inexistente en la que fuimos los reyes de nuestra voluntad."

Pág 57.

"Actualmente, no importa de quien se trate, al cabo de diez o quince minutos de una charla banal sé inmediatamente si el tipo es un tonto que cree en lo que dice, o si hay en él ecos misteriosos de otras voces. Por dar un ejemplo, sin ánimo de ofender: Ernesto Sábato, con quien charlé en un par de ocasiones, es un tonto del culo, aburrido y deprimente, y Borges un auténtico guerrero de la palabra. La charla entre ellos es un enfrentamiento entre un mandril y un alienígena."

Pág 109.

Leer El libro de Mut, El loto blanco, El libro de Ptah-nun, El sendero de Kons.

"(...) con el Indio habíamos desarrollado una amistad cocainómana y febril. En su casa sosteníamos agotadoras maratones conversacionales, en las que él era un experto ajedrecista. Yo estaba recién iniciado en las artes del consumo de cocaína, e ignoraba que uno de sus peores efectos consiste en esas conversaciones absorbentes que parecen construir una escalera al cielo y en realidad te hunden en el sótano de tus vilezas y debilidades. Confesás traiciones y engaños, pero para mejorar las estrategias llorás; para blanquearte triturás el tiempo con tus zambullidas afectivas, pero te congelás; lo decís todo para que nada se escuche. "Me cogí a tu hija" tiene el mismo valor que "Hoy te quiero mucho"(...)"

Pág 131.

"Sus miserias personales, su incapacidad de ensuciarse con la roña de la calle, su inesperada traición a los principios de nuestra tarea cuando un muchacho llamado Walter Bulacio fue asesinado por la Policía Federal en uno de sus recitales (convirtiéndose en el primer crimen de la historia del rock argentino, y que el Indio no sólo no denunció sino que tampoco asumió), jamás consiguieron borrar el efecto sedante que me producía su sonrisa irónica, su mirada permanentemente llorosa que transparentaba una desolación tan lacerante como asumida."

Pág 132.

"Walter era un auténtico caballero con las damas, era elegante en su juego erótico y no se las trincaba bestialmente como el Pelado de la Bersuit Vergarabat y sus adláteres que en los camarines de la disco Cemento se han apoderado del culo de pendejas vírgenes como si fueran lechones que carneaban sin esfuerzo antes de salir a tocar."

"Fue protagonista (nota mía: Willy Crook) de peleas memorables defendiendo a Miguel Abuelo, y antes de que lo internaran en el neuropsiquiátrico Borda casi destroza una comisaría."

Pág 173.

En El señor de los venenos de Symns, Enrique, Editorial el cuenco de plata, 2006.

"Un diálogo sobre el poder" de Michel Foucault.



"La teoría del Estado, el análisis tradicional de los aparatos de Estado, no agotan sin duda el campo de ejercicio y funcionamiento del poder. Actualmente éste es el gran desconocido: ¿quién ejerce el poder?, ¿dónde lo ejerce? Actualmente, sabemos aproximadamente quién explota, hacia dónde va el beneficio, por qué manos pasa y dónde se vuelve a invertir, mientras que el poder...
Sabemos perfectamente que no son los gobernantes quienes detentan el poder. Sin embargo, la noción de "clase dirigente" no está ni muy clara ni muy elaborada. "Dominar", "dirigir", "gobernar", "grupo del poder", "aparato del Estado", etc., aquí hay todo un conjunto de nociones que piden ser analizadas. Asimismo, sería preciso saber hasta dónde se ejerce el poder, mediante qué relevos y hasta qué instancias, a menudo ínfimas, de jerarquía, control, vigilancia, prohibiciones, coacciones. En todo lugar donde hay poder, el poder se ejerce. Nadie, hablando con propiedad, es su titular y, sin embargo, se ejerce en determinada dirección, con unos a un lado y los otros en el otro; no sabemos quién lo tiene exactamente, pero sabemos quién no lo tiene."

Pág 15.

En Un diálogo sobre el poder, Foucault, Michel, Editorial Alianza, 1997.

"El silenciero" (1964) de Antonio Di Benedetto.



"Besarión intenta ser, finge ser, para no ser. ¿No ser qué?¿No ser quién? Él mismo. Besarión tiende decididamente a no ser.
Y yo, ¿tiendo a no ser?...No, tiendo a ser. No me dejan. Estoy interferido, bloqueado. Sólo podré ser en ciertas condiciones. Cuáles, no sé. Apenas las presiento.
Como la condición de estar conmigo. ¿Eso es la soledad? Quizá podría llamarse la soledad profunda.
Aunque si estoy conmigo, estoy acompañado. Ya que si estoy conmigo no soy yo solo, somos dos. "Estar con" indica "alguien o algo junto a", no el mismo.
Si somos dos, constituimos uno y el otro. ¿Cuál de ellos soy? Digo: yo y el que está conmigo. Luego, el que está conmigo es el otro. ¿O si digo "estar conmigo" supongo "un yo" y otro "un yo"?
Debí decir: "estar en mí" y no me hubiera enmarañado el pensamiento.
Ha sido por prestarme a la seducción de las palabras: con sus rasgos de ideas parece que estuvieran descubriéndole algo a uno, como alertándolo sobre la naturaleza de sus capas profundas. Empezaron a confundirme y se me iba formando el miedo de ser dos, o de albergar a un otro, o de haber perdido a mi otro yo o de hallarme bajo su dominio."

Pág 145.

"Ahora creo que también se me ha extraviado el sentido de la eternidad.
O bien prescindo de buscar su sentido y me reduzco a pensar con extrema simpleza que la eternidad es la mucha vida o el vivir demasiado, pero sufriendo y sin animarse a pasar más allá."

Pág 162.

En El silenciero, Di Benedetto, Antonio, Adriana Hidalgo editora, 2004.

viernes, 12 de octubre de 2007

"Hank La vida de Charles Bukowski" (1991) de Neeli Cherkovski.

"La acusación más grave que Bukowski hace a la sociedad, y que encontramos a lo largo de toda su obra, es que la gente, atemorizada por las condiciones sociales y económicas, acaba aceptando la humillación y el fracaso. Aceptan puestos que les roban individualidad y gradualmente van aceptando, e incluso admitiendo, la sumisión a otras personas con puestos de mayor poder. Así pierden la capacidad de pensar por sí mismos."

Pág 53.

"Nota: dije que no sabía escribir un prólogo y se me dijo que lo escribiera, simplemente como escritor, pero no soy escritor. De qué tengo miedo: de convertirme en uno, en uno muy bueno, de aprender a DARME AIRES...Me asusta y ya no confío en mí mismo. El miedo a quedarme fuera y ya no poder ver nunca más la verdadera luz con mis propios ojos...También es malo amar este libro; no confiamos en ese amor. Tengo tan mala suerte, voy calle abajo...pensando en eso, en mi suerte: OTRO LIBRO...las gentes (especialistas incluidos) hablan de mí en grupos -como poeta- como escritor de poemas, y saben más de Bukowski que él mismo...me arrastro hacia el agujero al que normalmente suelo arrastrarme después de un libro, olvidándome del sol de madera, olvidándome de la imagen, venderse o no venderse..."

Pág 148.

En Hank La vida de Charles Bukowski, Cherkovski, Neeli, Editorial Anagrama, Barcelona, 1993.

"Las palabras" (1964) de Jean-Paul Sartre.



"Pero no basta con que sea naturalmente bueno; tengo que ser profético: la verdad sale de la boca de los niños."

"Lo que hablaba por mi boca no era la Verdad, sino su muerte. No es de extrañar que la insulsa felicidad de mis primeros años haya tenido a veces un gusto fúnebre: debía mi libertad a una muerte oportuna, mi importancia a una muerte muy esperada. Pues claro, es cosa sabida que todas las pitias son unas muertas; todos los niños son espejos de muerte."

Pág 23.

"(...)y como el Bien y el Mal, como mi vida entre 1905 y 1914. Si sólo nos definimos por oposición, yo era lo indefinido de carne y hueso; si el odio y el amor son el anverso y reverso de la misma medalla, no quería nada ni a nadie. Estaba bien: a nadie se le puede pedir que odie y guste a la vez. Ni gustar ni amar.
¿Soy, pues, un Narciso? Ni siquiera; tengo tanta precaución por seducir que me olvido del resto."

Pág 29.

"Se despedían nuestras visitas, yo me quedaba solo, me evadía de aquel cementerio trivial, iba a reunirme con la vida, con la locura en los libros. Me bastaba con abrir uno para descubrir en él ese pensamiento inhumano, inquieto, cuyas pompas y tinieblas superaban a mi entendimiento, que saltaba de una a otra idea, tan rápidamente que se me escapaba cien veces por página, y aturdido, perdido, dejaba que se fuera."

Pág 37.

"Viví envuelto en el terror, fue una verdadera neurosis. Si busco la razón de todo esto, encuentro lo siguiente: niño mimado, don providencial, mi profunda inutilidad se me manifestaba aún más porque el ritual familiar me adornaba constantemente con una necesidad forjada. Me sentía de más, luego tenía que desaparecer. Yo era un florecimiento insípido en perpetua abolición. Con otras palabras, estaba condenado y podía aplicarse la sentencia en cualquier momento. Sin embargo, la rechazaba con todas mis fuerzas, no porque quisiese mi existencia, sino, por el contrario, porque no me interesaba; cuanto más absurda es la vida, más soportable es la muerte."

Pág 65.

"Lo que me gusta de mi locura es que me ha protegido, desde el primer día, contra las seducciones de la élite; nunca he creído ser feliz propietario de un "talento"; lo único que se trataba era de salvarme - nada en las manos, nada en los bolsillos- por el trabajo y la fe. Como consecuencia, mi pura opción no me elevaba por encima de nadie: sin equipo, sin herramientas, me he metido entero en la tarea para salvarme entero. Si coloco a la imposible Salvación en el almacén de los accesorios, ¿qué queda? Todo un hombre, hecho de todos los hombres y que vale lo que todos y lo que cualquiera de ellos."

Pág 163.

En Las palabras, Sartre, Jean-Paul, Editorial Losada, 1965.

"La hora del diablo" de Fernando Pessoa.



"El más alto amor es un gran sueño, como aquel en que amamos dormir. A veces yo mismo, que debiera ser un alto iniciado, pregunto, a lo que en mí hay de más allá de Dios, si todos estos dioses y todos estos astros no serán más que sueños de sí mismos, grandes olvidados de abismo.
No se asombre de que así le hable. Soy naturalmente poeta, porque soy la verdad hablando por error, y toda mi vida, al fin y al cabo, es un sistema especial de moral velado en alegoría e ilustrado por símbolos."

Pág 24.

En La hora del diablo, Pessoa, Fernando, Editorial Emecé, 2000.

"Franny y Zooey" (1961) de J D Salinger.

"Estaba sonriendo. Así es exactamente como me siento hoy, sin que haya ninguna razón especial. En contra de mi buen criterio, estoy seguro de que en algún lugar muy cerca de aquí (en la primera casa bajando por la carretera, tal vez) hay un buen poeta que se está muriendo, pero también en alguna parte muy cerca de aquí, a alguien le están sacando un ridículo litro de pus de su cuerpo joven y bonito, y no puedo estar siempre corriendo de un lado a otro entre la pena y la diversión."

Pág 71.

"Pero hay algo, Dios de mi vida, hay algo que yo le hago a la moral de la gente, algo que no soporto observar por más tiempo. Puedo explicarte exactamente qué es. Hago que todo el mundo tenga la sensación de que no desea realmente realizar un buen trabajo, sino que se conforma con realizar un trabajo que sea considerado bueno por todos aquellos a quienes conoce: los críticos, los patrocinadores, el público y hasta la maestra de sus niños."

Pág 145-146.

"Lo que pasaba era que se me metió en la cabeza la idea, y no podía quitármela, de que la universidad era sólo un lugar necio e inútil más en el mundo dedicado a acumular tesoros y todo eso. Quiero decir que los tesoros son tesoros, por amor de Dios. ¿Qué diferencia hay en que los tesoros sean dinero, o propiedades, o incluso cultura, o incluso simples conocimientos? Todo me parecía exactamente lo mismo, si quitamos la envoltura...¡y me lo sigue pareciendo! A veces pienso que el conocimiento, al menos cuando es conocimiento por el conocimiento en sí, es lo peor de todo.(...) En un campus nunca se oye la menor insinuación de que la sabiduría debe ser la meta del conocimiento.¡Apenas se oye mencionar la palabra "sabiduría"!" ¿Quieres oír algo gracioso? En casi cuatro años de universidad la única vez que recuerdo haber oído la expresión sabios fue en mi primer año, ¡en Ciencias Políticas! ¿Y sabes cómo la usaron? La usaron refiriéndose a un viejo estadista que había hecho una fortuna jugando a la Bolsa y luego se había ido a Washington para ser consejero del presidente Roosevelt."

Pág 154.

"Todavía sigues sin poder amar a Jesús tanto como quisieras porque hizo y dijo un par de cosas que se le atribuyen...y tú lo sabes. Eres incapaz por naturaleza de amar o comprender a ningún hijo de Dios que vaya por ahí volcando mesas. E incapaz por naturaleza de amar o comprender a un hijo de Dios que afirma que un ser humano, cualquier ser humano, incluso un profesor Tupper, es más valioso a los ojos de Dios que un tierno e indefenso polluelo de Pascua."

Pág 172.

En Franny y Zooey, Salinger, Jerome David, Editorial Edhasa, 2004.

jueves, 11 de octubre de 2007

"Conversación con Eliseo Álvarez" (2005) de Roberto Bolaño.

"El silencio de Rulfo creo que obedece a algo tan cotidiano que explicarlo es perder el tiempo (...) (A) mí me inquieta más el silencio rimbaudiano que el silencio rulfiano.
Rulfo deja de escribir porque él ya había escrito todo lo que quería escribir y como se ve incapaz de escribir nada mejor, simplemente para.
Rimbaud probablemente hubiera podido escribir algo mucho mejor, que ya es decir palabras muy altas, pero ése es un silencio que a los occidentales nos plantea preguntas.
El silencio de Rulfo no plantea preguntas, es hasta un silencio entrañable, es cotidiano. (...)
Hay un tercer silencio literario que es el no buscado, el de las sombras que uno está seguro de que estaban allí en el umbral y que no han llegado a ser jamás hechos tangibles. (...)
Y este silencio no buscado (...) es el silencio de, no me atrevo a llamarlo destino, una manifestación de la impotencia.
El silencio de la muerte es el peor de los silencios porque el silencio rulfiano es un silencio aceptado y el rimbaudiano es un silencio buscado.
Pero el silencio de la muerte es el que corta de tajo lo que pudo ser y nunca más va a poder ser, lo que no sabremos jamás. (...)
Pues eso mismo se extiende en todo el planeta como una mancha, una enfermedad atroz que de alguna u otra manera pone en jaque nuestras costumbres, nuestras certezas más arraigadas."

En Conversación con Eliseo Álvarez. Bolaño, Roberto, Turia, Revista Cultural, nº 75; 2005.

"Osvaldo Soriano un retrato" (2000) de Eduardo Montes-Bradley.

"Félix Samoilovich: Soriano trabaja con la figura del padre en esas crónicas, apócrifas en parte y verdaderas en otra, en un país en el que el padre simbólico se parece al padre de la horda primitiva freudiana (o sea, es el que se acuesta con todas las mujeres, el que dispone de todas las mujeres; es el padre anterior al lenguaje, anterior al pacto entre los hombres para vivir de algún modo porque alguna ley exista). Me parece que en la Argentina, como en el mundo, en diferente medida quizás, ya no importa una u otra ley u otra moral sino la desaparición de la moral o de la ley como categoría de la existencia, cualquiera sea. Cuando yo le dije todo esto, me miró y me dijo: "¡Qué bien! Bárbaro flaco, ¡qué teoría!". Él lo sabía sin saberlo. Lo teórico político más inconsciente, en el sentido freudiano que existe, en el sentido del inconsciente como un saber que no se sabe pero que está ahí. Entonces la reivindicación de la figura de un padre que cree que la ley puede existir, que los hombres se pueden poner de acuerdo a pesar de sus diferencias en un país donde el arbitrario y el pasar por encima de la ley es norma, es un acto político. Y me parece que eso tiene más compromiso político que muchas declaraciones. Es el padre que siempre lucha y encuentra que la ley no se aplica, la ley de los poderosos, es la ley de los que están por el lado del gozo, del gozo una vez más en el sentido freudiano, de un placer sin freno, de un placer muy loco que tiene que ver con la droga, que tiene que ver con todos los excesos, que tiene que ver más con el dolor y con la muerte que con el verdadero placer. Ahora, su padre real era un hombre que, por empezar, no creyó ser el padre ideal, el padre que no tiene fallas. De todas maneras, en algún momento de la vida todo el mundo descubre la impostura del padre, el padre no es lo que uno creyó cuando era chico: es un hombre como los otros. Me parece que cuanto más tarde se descubre esa impostura, necesaria pero impostura al fin, más daño puede haber para alguien. Él lo pudo aprender muy rápido porque su padre nunca sostuvo la impostura de padre perfecto. Era un tipo que siempre apareció como lo que era: un funcionario que quería ser honesto y que fracasaba siempre, que quería inventar y que todo le salía mal. Nunca fue un hombre que triunfó en los negocios, intentó, no sé cuántas veces, inventar aparatos que nunca se vendieron. Incluso intentó escribir. Cuando el Gordo publicó su primera novela, escribió un cuento fantástico porque dijo: "A lo mejor ser escritor me sirve a mí". Era un cuento malísimo, por supuesto. Pero no importa, era un hombre que seguía buscando hacer algo en la vida. Entonces, me parece que ese padre le permitió, al mismo tiempo, estar relativamente poco protegido y, por otro lado, saber que, de algún modo, al padre se lo tiene que construir uno. Me parece que ese padre está construido en toda su literatura que, en buena medida, es la búsqueda del padre. El Gordo nunca pudo describir bien los personajes femeninos (sus personajes femeninos sonaban a plástico muchas veces) y todo su cuestionamiento es qué es un padre, qué es ser un padre, cuál es el lugar del padre, cómo tiene que ser un padre hoy, o qué tiene que hacer un padre en cualquier época de la historia. No es casual que se haya interesado por los padres de la Patria; era un experto en historia argentina, uno de los pocos tipos que leyó los documentos originales, fue a buscar los archivos de la Biblioteca del Congreso, fue a comprar los libros que nadie compra y leía quién era Moreno, qué decía, qué pasaba con Monteagudo, sabía más que los historiadores, que leen libros de otros historiadores acerca de eso, él leía los originales. Me parece que hay algo que tiene que ver con la paternidad que atraviesa toda la obra, incluso la periodística."

Pág 133-134-135.

En Osvaldo Soriano un retrato, Montes-Bradley, Eduardo, Editorial Norma, 2000.

"El guardián entre el centeno" (1951) de J D Salinger.



"-Por raro que te parezca, esto no lo ha escrito un poeta. Lo dijo un psicoanalista que se llamaba Wilhelm Stekel. Esto es lo que...¿Me sigues?
-Sí, claro que sí.
-Esto es lo que dijo: "Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansía morir orgullosamente por una causa, mientras que el segundo aspira a vivir humildemente por ella.""

Pág 201.

En El guardián entre el centeno, Salinger, Jerome David, Editorial Alianza, 1997.

martes, 9 de octubre de 2007

"Transatlántico" (1953) de Witold Gombrowicz.

"La ciudad me pareció como cualquier otra. Unos edificios muy altos, otros bajitos. En las estrechas callejuelas había tal gentío que apenas uno podía caminar. Muchísimos vehículos. Ruido, rugidos, estrépito, barullo; una insoportable humedad en la atmósfera."

Pág 18.

"Y en mi excitación golpeaba con un palo al Ministro, y a todos los funcionarios, dignidades y pompas de nuestro tiempo, a nuestra vida, a la Nación, al Estado, mierda, mierda, mierda; cargaba con el bastón en alto y lo descargaba sobre el Ministro, y una vez que lo hube expulsado unas 50 o 60 veces, seguí todavía despidiéndolo y expulsándolo a palos. Hasta que advertí que provocaba la risa de los transeúntes, quienes me miraban de reojo."

Pág 27.

"Y así hablaba la gente, de una tienda a la otra, contemplando ora ésta ora aquella vitrina. Contemplaban y hablaban y luego pasaban a otra Tienda y de nuevo contemplaban y hablaban."

Pág 29.

"El Hombre que siendo Hombre no quiere ser Hombre y corre detrás de los Hombres y los Persigue como un obseso y a los Hombre adora, ay, y con los Hombres se excita, a los Hombres desea, a los Hombres mira goloso, les coquetea, los galantea, los adula, es llamado desdeñosamente por el pueblo de este país un "puto"."

Pág 49.

"¿No aceptas ningún Progreso? ¿Tenemos siempre que movernos al mismo trote y en el mismo lugar?¿Cómo puedes aspirar a algo Nuevo mientras pones toda tu fe en lo Viejo? Así el Viejo Padre deberá mantener siempre a su hijo joven bajo su látigo paterno.¿Y debe aquel joven obedecer eternamente todo lo que le ordene su Señor Padre?¡Dadle al Joven un poco de respiro, soltadlo, dejadlo que brinque libremente!"

Pág 73.

"Y yo también caminaba, caminaba, y mi Marcha proseguía a lo largo del camino de mi vida, en mi duro y fatigoso Penar Cuesta Arriba, en medio de una inmensa maraña. Así, pues, caminaba, caminaba hacia mi Meta, sin saber qué debía hacer, sabiendo sólo que Algo debía hacer. ¡Ay! ¿para qué Caminaba? Pero Caminaba y Caminaba porque también los otros Caminaban, y eran vanos los proyectos vanas las decisiones cuando el Hombre se ve forzado por la voluntad ajena, cuando se halla perdido entre los hombres como en una Selva oscura. De esa manera Camina uno, pero Yerra; decide uno algo, hace planes, pero Yerra, y mientras toma una decisión aparentemente según su propia voluntad, Yerra, habla y Yerra, Actúa, pero en medio de una Selva, en la noche, y Yerra, Yerra..."

Pág 89.

"Porque todas estas Obras Maestras, Pinturas, Esculturas y demás al estar encerradas aquí juntas, por su abundancia excesiva se desprecian, y han llegado a tal Baratura, que muy bien puedo permitirme romper este Vaso.-Y le dió un puntapié a un Vaso Persa, de Astracán, de Mayólica, verdeceledón, calado, que se estrelló en mil pedazos-."

Pág 101-102.

"Y, sin embargo, imperaba el Vacío. A pesar de lo tremendamente horroroso de los acontecimientos que se aproximaban, aunque estaban a punto de seducir al Hijo, todo era Vacío, Vacío hasta el punto de que daban ganas de rogarle a Dios que sobreviniera el Miedo y el Horror y de esperarlos como un Ave sedienta espera la lluvia. Porque más terrible que el Miedo era la Carencia de Miedo. Nosotros seguíamos como Cañas Vacías, como Botellas Vacías, y todo parecía una Calabaza Vacía. El tercer día me acometió tal Miedo, producido precisamente por la Carencia de Miedo, que fui al jardín, y comencé a vagar por los Bosquecillos, meditando en mi Desesperación, en mi Derrota, en mi Pecado, trataba de reavivar la fuente vivificante del Miedo y del Horror."

Pág 121.

En Transatlántico, Gombrowicz, Witold, Editorial Seix Barral, Barcelona, 1970.

domingo, 7 de octubre de 2007

"La cabeza de Goliat: microscopía de Buenos Aires vol II" (1940) de Ezequiel Martínez Estrada.

"Necesita consuelo y está solo; necesita fe y es incrédulo; necesita aire puro y respira gases de incineración; necesita libertad y está uncido a la máquina de escribir; necesita tirarse sobre el césped y vive sobre alfombras y entre papeles."

Pág 183.

"(...)Shakespeare, Heródoto, Lavoissier, Virgilio, ahí están, mirándonos con sus letras y advirtiéndonos, como hace casi treinta años, que la inteligencia es un don ante el que hay que prosternarse y no una pieza que cazar con boleadoras. Cada lector está en comunicación con un ser presente, vivo."

Pág 217.

"Nuestros cementerios son tan tristes como nuestra ciudad; verdad que se siente al penetrar en el olvido. Inútilmente los ángeles de yeso, las losas epigramáticas, los bustos fotográficos y las piedras alegóricas invocan la piedad. Esos muertos están infinitamente lejos de nosotros. Como en este verso de Borges:
El muerto ya no es un muerto: es la muerte."

Pág 231.

"En nuestros grandes cementerios, nuestros grandes hombres son los que han muerto más de verdad. Por contraste con las pobres tumbas recientes, que no son los de la inmortalidad tampoco. ¿Y qué cementerio hay donde reinen solo el amor y el recuerdo?¿Habrá un trozo de tierra ungida por la muerte, al cual el corazón se aproxime sin ningún sentimiento de gratitud, de respeto ni de obligación, ni por motivos humanos que lo atraigan?"

Pág 233.

"Hacia 1790 se inició en la plaza de Monserrat un circo para corridas de toros que diez años después fue demolido. Quejábanse los vecinos de haber afeado al barrio y de servir de refugio a los malhechores de todo género. Gran afición hubo entonces por esos espectáculos, que, como las carreras de caballos hoy, significaban un punto de estilización de algo corriente y ordinario que los ciudadanos llevaban en la sangre, por decirlo así."

Pág 243.

"Cuando esas conglomeraciones adventicias reviste su papel auténtico, despojadas del hábito circunstancial con que asisten al estadio, es al derramarse por la ciudad, regularmente en camiones, agitando sus lábaros y entonando estribillos de júbilo que no alcanzan a ser canciones. Son gritos, actitudes que se vociferan y se arrojan a la cara de los transeúntes, bocanadas de ancestrales hálitos de caverna. Se siente un estremecimiento en las carnes no menos antiguo que esas voces. Esas partículas de población pueden polarizar por cualquier motivo de análoga naturaleza. Son las que también engruesan las manifestaciones políticas, en muchedumbres que emplean los mismos estribillos, con las mismas tonadas y el mismo agresivo ademán. Antes eran también las máscaras que, desgraciadamente, van desapareciendo o cambiando de disfraces.
Los políticos hacen presa, como las fieras al acecho, de esas muchedumbres. Se entregan aparentemente a ellas; concurren a sus estadios para exhibirse y, si están en el poder, descienden a veces a la pista para iniciar el juego. La muchedumbre los aclama o los silba y es lo mismo. El político sabe que el aplauso y silbido significan una demostración pasional, un santo y seña de entusiasmo irracional, que tarde o temprano ha de servirles."

Pág 253.

"Hay una grandeza ideal en quitarse la vida por exceso de conciencia, o por cualquier algo de lo que no se puede sacar ninguna utilidad. Acaso, si se trata de un récord, éste sea el más interesante en la concepción trascendental de la ciudad. (...)Los que mueren por propia voluntad no despiertan compasión ni admiración, y se los deja caer sin pensar mucho en la parte de culpa que nos alcanza a los que asperjamos sobre ellos el olvido. Callamos y seguimos. El silencio es la impunidad de las ciudades."

Pág 265.

"El anciano de la ciudad ha pasado de moda, más bien que envejecido; no tiene actualidad de vida, no es usable con eficacia, no valía por lo que era, sino por lo que produjo."

Pág 275.

En La cabeza de Goliat tomo II, Martínez Estrada, Ezequiel, Editorial CEAL, Colección Capítulo, 1981.

"La cabeza de Goliat: microscopía de Buenos Aires vol I" (1940) de Ezequiel Martínez Estrada.

"(...)una ciudad es el lugar donde se refugia el hombre mientras dispara del cumplimiento de sus deberes para con Dios, la naturaleza y sus semejantes."

"Se requiere un esfuerzo para no ver que el habitante de la ciudad es un transeúnte; que está de paso. Morir en un hotel es lo más absurdo, dentro del orden natural de las cosas, pero lo más natural dentro del orden absurdo."

Pág 44.

"Esos insensatos que han tirado al suelo los edificios antiguos en alarde de iconoclastas y progresistas, tienen también sus fetiches que veneran en secreto. Veneran un pasado que modifican a su antojo y que consiste casi siempre en arrasar con la verdad y la realidad superviviente (enclavada en tierra) para adorar regularmente una ficción empotrada en una cláusula retórica. Así como nuestra historia ha sido involuntaria pero sistemáticamente falseada por escrúpulos urbanísticos, nuestra ciudad ha sido sistemáticamente desfigurada y embellecida para uso de turistas."

Pág 62-63. En página 62 lo de la pirámide de Mayo, la Recova, el Cabildo, etc.

"El jugador es un tipo digno de todo elogio. Yo creo que entre nosotros, él y la adúltera son los únicos que tienen vida, personalidad, coraje, lirismo.(...)En éstos usted ve que están por encima de las contingencias y que sus apremios les pertenecen, que ellos son los responsables de su situación y no el azar, que se abren la fosa con el torrente de fuego de sus pasiones.(...)Da gusto tener que tratar con ellos, y yo los encuentro seres humanos de verdad y no fantasmas que habitan en las cuevas del miedo a la vida y a la ruina, más allá del bien y del mal, digamos."

Pág 118-119.

"Es desconcertante: muchos defectos magníficos provienen de una superabundancia de fuerzas. También nosotros padecemos, al estilo europeo, una crisis por exceso de riqueza. Lo malo está en que nuestra riqueza no tiene sentido humano, porque es la riqueza de la tierra y no la del esfuerzo. La fecundidad espontánea de la Naturaleza sólo ha hecho al hombre confiado en la buena estrella y en la amistad influyente, sino que lo ha incapacitado para organizar sobre un plan industrial la explotación de su actividad de pueblo soberano. (...)Este aparente bienestar es nuestro viejo, muy viejo enemigo.(...)Azar: ésa es una palabra que podría simbolizar nuestro destino.(...)Somos un pueblo cuya fe en el porvenir es la del que gana y que por eso jamás mira atrás ni adentro, igual que los viajeros de la pampa que marchan hacia un horizonte fugitivo, del que son centro a cada paso."

Pág 124-125.

"Todo aquel que desconoce que somos un conglomerado amorfo de pasiones cosmopolitas, de ideas internacionales, de sangres confluyentes de todos los riachuelos étnicos, no puede distinguir la verdad de la mentira. Pero precisamente es eso lo que tenemos que admitir, evitando el equívoco ridículo de aquel pedagogo que me afirmaba que la nobleza de sangre daba derechos de jerarquía para sojuzgar a las razas inferiores, sin haberse fijado que en las uñas le quedaban todavía los estigmas violáceos de su ascendencia africana."

Pág 127.

"Ya no es la ciudad una cárcel, sino una máquina. No interesa lo que hay de estático en ella, sino lo que hay de acción y movimiento. Aun la casa ha dejado de ser una celda para convertirse en un órgano viviente de habitar."

Pág 146.

"No falta la ciudad, sino el poeta. Y es porque Buenos Aires es destructora de poesía y no creadora."

Pág 147.

En La cabeza de Goliat tomo I, Martínez Estrada, Ezequiel, Editorial CEAL, Colección Capítulo, 1981.

"La ciudad ausente" (1992) de Ricardo Piglia.

"Lo que no ha encontrado su forma, dice Ríos, sufre la falta de verdad."

En La ciudad ausente, Piglia, Ricardo, Editorial Sudamericana, 1992.

"Plata quemada" (1997) de Ricardo Piglia.



"Surgió ahí la idea de que el dinero es inocente, aunque haya sido resultado de la muerte y el crimen, no puede considerarse culpable, sino más bien neutral, un signo que sirve según el uso que cada uno le quiera dar.
Y también la idea de que la plata quemada era un ejemplo de locura asesina. Sólo locos asesinos y bestias sin moral pueden ser tan cínicos y tan criminales como para quemar quinientos mil dólares. Ese acto (según los diarios) era peor que los crímenes que habían cometido, porque era un acto nihilista y un ejemplo de terrorismo puro."

Pág 192.

En Plata quemada, Piglia, Ricardo, Editorial Sudamericana, 1997.

jueves, 4 de octubre de 2007

"El mundo como supermercado" (1998) de Michel Houellebecq.



"Polivalentes, neutros y modulares, los lugares modernos se adaptan a la infinidad de mensajes a los que deben servir de soporte.
No pueden permitirse emitir un significado autónomo, evocar una atmósfera concreta; por lo tanto, no pueden tener belleza, ni poesía; ni, en general, el menor carácter propio. Despojados de cualquier carácter individual y permanente, y con esta condición, están preparados para acoger la pulsación indefinida de lo transitorio.
Móviles, dispuestos a la transformación, disponibles, los empleados modernos sufren un proceso análogo de despersonalización. Las técnicas de aprendizaje del cambio popularizadas por los talleres New Age se proponen crear individuos infinitamente mutables, desprovistos de cualquier rigidez intelectual o emocional. Liberado de los estorbos constituidos por las adhesiones, las fidelidades, los códigos de comportamiento estrictos, el individuo moderno podría ocupar su lugar en un sistema de transacciones generalizadas en el cual es posible atribuirle, de forma unívoca y sin ambigüedad, un valor de cambio."

Pág 58.

"Profundamente infectada por el sentido, la representación ha perdido por completo la inocencia. Podemos llamar inocente a una representación que se ofrece simplemente como tal, que sólo pretende ser la imagen de un mundo exterior (real o imaginario, pero exterior); en otras palabras, que no incluye su propio comentario crítico. La introducción masiva en las representaciones de referencias, de burla, de doble sentido, de humor, ha minado rápidamente la actividad artística y filosófica, tranformándola en retórica generalizada. Todo arte, como toda ciencia, es un medio de comunicación entre los hombres. Es evidente que la eficacia y la intensidad de la comunicación disminuyen y tienden a anularse desde el momento en que se instala una duda sobre la veracidad de lo que se dice, sobre la sinceridad de lo que se expresa (¿hay quien pueda imaginar, por ejemplo, una ciencia con doble sentido?). La propensión al desmoronamiento que muestra la creatividad en las artes no es sino otra cara de la imposibilidad, tan contemporánea, de la conversación. Es como si, en la conversación corriente, la expresión directa de un sentimiento, de una emoción o de una idea se hubiera vuelto imposible, por ser demasiado vulgar. Todo tiene que pasar por el filtro deformante del humor, un humor que termina girando en el vacío y convirtiéndose en trágica mudez."

Pág 65-66.

En El mundo como supermercado, Houellebecq, Michel, Editorial Anagrama, 2000.

"Kitchen" (1988) de Banana Yoshimoto.



"Desde el fondo de mi corazón quería renunciar a la vida, a seguir adelante. Sin falta, llegará mañana, y pasado mañana, y, pronto, la semana que viene. Nunca había pensado que esto pudiera ser tan fastidioso. Seguramente, mi estado de ánimo, también en aquel momento, era triste y oscuro, y esto me desagradó de veras. Mi imagen, andando sin ánimo por la calle oscura con una tormenta en el corazón, era patética."

Pág 69.

En Kitchen, Yoshimoto, Banana, Editorial Tusquets, 1994.

"La seducción" (1960) de Witold Gombrowicz.

"En los sueños, la maravilla procede de los lugares que están velados, que añoramos sin poder situarlos, y rodamos y rodamos a su alrededor con un alarido silencioso, absortos en una nostalgia que lo traga todo, que desgarra y encanta y se entrega.
Así rodaba yo todavía, daba vueltas, todavía tímido, inseguro...pero ya deliciosamente penetrado por la fuerza flexible que me sobrecogía -me embrujaba-
me encantaba - me embelesaba - me seducía y subyugaba - jugaba conmigo - y el contraste entre la cósmica escarcha era hasta tal punto insoportable que me puse a pensar vagamente en Dios y el milagro. ¡Dios y el milagro!
¿Pero qué era, al cabo?
Era...Un trozo de mejilla y un poco de nuca...pertenecientes a alguien que estaba ante nosotros, en la masa, a unos pasos..."

Pág 38.(pensar, siguiendo la lectura, posible indicio de homosexualidad de Gombrowicz)

"Hay que recordar que las personas vivimos en un mundo. A oscuras desaparece el mundo. Ya sabe usted, no tenemos nada alrededor, nos quedamos solos. Claro que lo sabe usted. Naturalmente nos lo sabemos de memoria, que cada vez que apagamos las luces, nos quedamos a oscuras, pero ello no empece que en ciertos casos la oscuridad nos ciega por completo, ya me entiende usted...(...)"

Pág 129.(pensar, siguiendo la lectura, posible indicio de homosexualidad de Gombrowicz)

En La seducción, Gombrowicz, Witold, Seix Barral, España, 1968.

miércoles, 3 de octubre de 2007

"Callvucurá y la Dinastía de los Piedra" (1884) de Estanislao S Zeballos.



"Las fuerzas militares eran a su vez imperiosamente reclamadas en dos teatros importantísimos: en las fronteras, donde la riqueza, la vida y el honor del vecindario estaban entregados a la voracidad del salvaje; y en el interior, donde hervían las rotas reliquias de la Confederación para marchitar, como lava de volcanes, los territorios de algunas provincias."

Pág 132 (continuar lectura en 133).

"En 1867 el Congreso Nacional respondió al clamor de millares de víctimas con estas palabras de esperanzas:
"Ni la Nación ni el Congreso pueden consentir por más tiempo que los bárbaros de la Pampa, con violación de los tratados más solemnes, sigan asolando y destruyendo nuestras poblaciones fronterizas. Es evidente que un remedio actual e inmediato se necesita para que desaparezca ese violento, ese espantoso estado de cosas."
En consecuencia se dictó la ley de Conquista del Desierto y Ocupación del Río Negro, después de una luminosa defensa de sus ventajas hecha por el senador Oroño en los debates. Era una iniciativa consoladora y que reanimaba la esperanza de pueblos y de víctimas."

Pág 141.

"Y esto era sorprendente en Sarmiento, porque en Argirópolis, donde inicia la realización de muchas de las grandes conquistas sobre el país primitivo, que hoy incoporamos a la civilización argentina, apunta la idea de conquistar el sur ocupando el río Colorado, y vitupera a los gobiernos por no haberlo realizado."

Pág 158. (ver luego pág 159 y sucesivas).

"Si por amor a mi patria no suprimiera algunas páginas negras de la administración pública en las fronteras y de la conducta de muchos comerciantes, se vería que algunos de los feroces alzamientos de indios fueron la justa represalia de grandes felonías de los cristianos, que los trataban como a bestias y los robaban como si fueran idiotas cargados de joyas y abandonados en media calle a altas horas de la noche."

Pág 162.

"Él había condenado, como se ha visto, en su Mensaje al Congreso de 1875, las expediciones contra los salvajes. Las consideraba desastrosas y repugnantes a la civilización; pero los sucesos pudieron más que sus generosos errores de criterio, y resolvió ensayar al fin la guerra ofensiva, renunciando a las hermosas ilusiones de los tratados con los indios, que acababan de engañarlo por medio de la pomposa embajada del "coronel" Huenchuquir, como lo había engañado Catriel dos años antes en el parlamento del Azul."

Pág 207.

"El plan del general Roca era, al contrario, eminentemente nacional, y favorecía así a los grandes intereses rurales de Buenos Aires, como a los humildes intereses de San Luis. No solamente ensanchaba los dominios territoriales de Buenos Aires, centuplicando el valor de todos sus campos y doblando el de sus ganados mayores, sino que extendía estos beneficios a las otras provincias colindantes con el país indígena."

Pág 210.

En Callvucurá y la Dinastía de los Piedra, Zeballos, Estanislao S., Editorial Hachette, 1954.

"El arrancacorazones" (1962) de Boris Vian.



" -En fin- protestó Jacquemort-, ocurre exactamente lo contrario. Sólo se es libre cuando no se desea nada, y un ser perfectamente libre no debería desear nada. Y como yo no deseo nada, llego a la conclusión de que soy libre.
-¡Qué va!-dijo Angel-. Usted está deseando tener deseos; o sea, que está deseando algo; luego, todo lo que acaba de decir es falso.
-¡Oh, oh, oh!- exclamó Jacquemort, cada vez más indignado-. Mire, desear algo significa estar encadenado a un deseo.
-De ningun manera- dijo Angel-. La libertad es el deseo que viene de uno mismo. Además..."

Pág 29-30.

"Se dio cuenta también de que era la primera vez que entraba en la iglesia desde el bautizo de los tres gusarapos, y pensó cómo pasa el tiempo, y en verdad el tiempo pasaba, porque ya las sombras mitigaban la dureza de la vidriera azul, y la voces de los niños se hacían más suaves; así sucede con la música y la oscuridad, cuya asociación es un bálsamo y un lenitivo para el alma."

Pág 95.

"Lo que sí es cierto es que cada vez distingo menos el camino. Porque lo conozco demasiado. Y sin embargo, encontramos especialmente bello todo lo que nos resulta familiar, según dicen. Yo no, probablemente. Tal vez porque esa familiaridad me deja en libertad de ver otra cosa en su lugar. De ver a las malignetas, por ejemplo. Así que rectifiquemos: nos parece bello todo lo que nos resulta lo bastante indiferente como para permitirnos ver lo que queremos ver en su lugar. Quizás me equivoque al ponerlo en primera persona del plural. Restablezcamos el singular: a mí me parece..."

Pág 211-212.

En El arrancacorazones, Vian, Boris, Editorial Tusquets, 1998.

"Los Ochoa" de Juan Filloy.




"Claro que la indiada no tenía horarios ni otra tarea que las que ya dije, cumpliendo órdenes de caciques y capitanejos. En nuestro país, ahora todo es diferente. Ya no hay indios en nuestra tierra ni gauchos errantes en ella. Porque, ni bien el gaucho se apeó y se sentó ante una mesa y comió con cuchara y tenedor, se hizo peón. Es decir, obrero rural. Es decir, ciudadano argentino."

Pág 151.

En Los Ochoa, Filloy, Juan, Editorial Interzona, Buenos Aires, 2003.

"Cosmos" (1969) de Witold Gombrowicz



"(...)me hallaba entre los dos desfiles: el de los objetos y el de las nubes."

Pág 80.

"¿Pero qué más? La realidad se nos presentaba con la velocidad del rayo; todo volvía a sus normas, como si hubiera sido llamado al orden."

Pág 81.

"(...)¿por qué no es posible concentrar la atención en nada? El mundo es cien millones de veces demasiado opulento(...)"

Pág 135.

"Sonreí a la luz lunar ante la plácida idea de que la mente es impotente frente a la realidad que la supera, la anula, la burla...No existe una posibilidad irrealizable...Toda trama es posible..."

"Y su brutalidad colgada se unía perfectamente con pam, pam, pam, pam, con el gorrión-pslito-palo, era como decir a, b, c, d, como contar uno, dos, tres, cuatro.¡Qué perfección!¡Qué meticulosa lógica!, una lógica subterránea, sin embargo. Una evidencia que nos sacude, pero, que, no obstante, se mantiene siempre subterránea."

Pág 208.

En Cosmos, Gombrowicz, Witold, Editorial Seix Barral, Buenos Aires, 2004.