miércoles, 12 de enero de 2011
"En busca de la Edad Media" de Jacques Le Goff.
“Desde el siglo XII, Abelardo había dicho que los nuevos teólogos (sin duda, fue el inventor de la palabra) debían adoptar el método aristotélico de la duda. Fue cinco siglos antes que Descartes.”
Pág 81.
“(…) el feudalismo, no es un germen de destrucción del poder, como se ha dicho muchas veces. Al contrario, el feudalismo se implanta para responder a los vacíos de poder. Forma la unidad básica de una profunda reorganización de los sistemas de autoridad, el marco indispensable para la aparición de los estados. El feudalismo vive su gran época entre los siglos X y XIII. Al contrario del señorío –que la precede y perdura después de ella-, el feudalismo, concebido en sentido estricto, no puede identificarse, pues, con el conjunto de la Edad Media.”
Pág 112.
“La guerra es una de las numerosas consecuencias del pecado original. Sólo se legitima –sólo es justa- si la declara una persona que Dios ha investido de la auctoritas (autoridad) y de las potestas (poder). San Agustín precisaba que la “autoridad” le correspondía al príncipe que ostentaba el poder, y no a cualquier jefe de clan. Por consiguiente, la Iglesia condena todas las formas de guerra no decididas o llevadas a cabo por lo que denominaríamos Estado, el poder público. Igualmente, la Iglesia se reserva el derecho de avalarlas o condenarlas, ya que ella es la auctoritas suprema.”
Pág 130.
“Los monjes más rigurosos solían pensarlo. Subrayaban que en ningún fragmento del Nuevo Testamento se mencionaba la risa de Jesús, mientras que Satán y los malvados ríen burlonamente y Jesús llora. Como rompe el silencio, reír es poco católico.”
Pág 135.
En busca de la Edad Media, Le Goff, Jacques, Editorial Paidós, 2007.
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