lunes, 10 de marzo de 2008

"La ciudad de los locos" (1914) de Juan José de Soiza Reilly.



"Nos metieron en un calabozo hasta la mañana siguiente en que, gracias a la recomendación de un ministro, pariente del doctor Tartarín, nos pusieron en libertad."

Pág 122.

Pág 135 - Corrupción política.

“-¿Y cuáles cosas crees tú que es necesario aprender en la escuela?
- Aprender a callar, aprender a dormir y aprender a olvidar.”

Pág 184.

“Hay pueblos que no pueden prosperar porque los muertos históricos obligan a que se los imite.”

Pág 202.

“(…)El enojo de Dios no partió de aquella escena de la manzana, cuya primera noticia llegó al cielo por intermedio del escandaloso cuadro de Miguel Ángel, que los papas conservan en el Vaticano…
- ¿Y de qué provino el enojo?
- Su origen –explicó Tartarín- hállase en el empeño que puso el hombre en degradar su naturaleza divina, trabajando en tareas vulgares y hostiles a la belleza física y moral como la política.”

Pág 220.

“Ataliva, sentado en su escritorio, veía a través de los vidrios del balcón el paisaje de siempre. El conventillo con el italiano de la pipa. Las rudas lavanderas. Los chiquillos roñosos con salud de cerdos. El perro dormido en la paz de los ruidos…”

Pág 382.

“La timbera, ayudada por los políticos y por los judíos, dio a su negocio las proporciones de un banco. Era una especie de Montecarlo sin príncipe, sin policía y sin impuestos.”

Pág 389.

“(…)Pero ¡qué aburrido es viajar! El encanto de los viajes está en el deleite momentáneo que nos arranca del lugar donde nos aburrimos. Después a aburrirnos de nuevo…”

Pág 431.

"En Suiza no hay sólo anarquista.¿Por qué? Porque hay escuelas en abundancia. Las cárceles están vacías...En cambio, aquí, el ideal de nuestros legisladores es disminuir el número de escuelas y aumentar el número de cárceles."

Pág 102.

"Siempre existieron hombres que por aberración de las costumbres o por error de Dios nacieron con almas de mujer y aspecto masculino y que aprovecharon su transformación carnavalesca para engañar al prójimo y robarle. San Pablo, en su epístola a los cristianos de Roma, cita a algunos y les dice que "merecen la muerte"."

Pág 234.

"-(...)La felicidad, querido hermano, sólo puede subsistir en libertad, como el oro, cuando reside en sitios inaccesibles a la vanidad. Las ciudades son grandes corruptoras de amor."

Pág 316.

"Hace 40 años quisimos contribuir a implantar el estilo cortado con nuestro libro El alma de los perros. Frases cortas. Puntos suspensivos. No decir: sugerir..."

Pág 497.

En La ciudad de los locos, de Soiza Reilly, Juan José, Adriana Hidalgo editora, 2007.

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