domingo, 22 de marzo de 2009
"La idea fija" (1932) de Paul Valéry.
“El mar desaparecía y reaparecía ante mi vista. Le oía, feliz, batir muy suavemente; y volver a batir; y producir y producir un tiempo infinito.”
Pág 20.
“-¡Nadar, chapotear en lo que ignoramos, por medio de lo que sabemos! Es divino.”
Pág 39.
“- Los antiguos tanteaban como nosotros. Tanteaban en la experiencia inmediata, lo mismo que hacemos nosotros en el campo del microscopio.”
Pág 44.
En La idea fija, Valéry, Paul, Editorial Visor Vis, Madrid, 1988.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario