
“No era el no ser posible del otro mundo sino el de éste lo que los aterrorizaba.”
Pág 116.
“Nuestras vidas se cumplen en un lugar terrible y neutro que desconoce la virtud o el crimen y que, sin dispensarnos ni el bien ni el mal, nos aniquila, indiferente.”
Pág 147.
El entenado, Saer, Juan José, Folios ediciones, ciudad de México, 1983.
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