jueves, 18 de marzo de 2010

"Amor líquido" de Zygmunt Bauman.



“La primera consecuencia de la falta de fe en la posibilidad de la unidad es la división del mapa del Lebenswelt, el mundo de la vida, en dos continentes incomunicados entre sí. En uno de ellos, el consenso se busca a toda costa (aunque casi siempre, tal vez todo el tiempo, con las capacidades adquiridas y aprendidas en el refugio de la intimidad) y, sobre todo, se presume que ese mundo ya está “allí”, predeterminado por la identidad compartida, esperando que se lo despierte y se lo confirme. Y el otro mundo es aquel donde la esperanza de una unidad espiritual –y por lo tanto, también cualquier esfuerzo por descubrirla o por construirla desde los cimientos- ha sido abandonada a priori, de modo que el único intercambio concebible es el de los misiles y no el de las palabras.”

Pág 53.

Pág 150 – Nota sobre Gadamer y Verdad y método.

“Las opciones disponibles para el problema de los extranjeros eran la solución antropofágica y la solución antropoémica. La primera se reducía a “comerse a los extranjeros”, ya fuese literalmente comerse sus cuerpos –como el canibalismo supuestamente practicado por ciertas tribus antiguas- o una versión espiritual y sublimada, como es la asimilación cultural que con la ayuda del poder practicaron casi universalmente las naciones-estado con la intención de ingerir a los portadores de una cultura foránea dentro del cuerpo nacional para luego eliminar las partes indigeribles de su legado cultural. La segunda solución implicaba “vomitar a los extranjeros” en vez de devorarlos: rodearlos y expulsarlos (…) ya sea fuera de la esfera de poder del Estado o fuera del mundo de los vivos.”

Pág 177.

Amor líquido, Bauman, Zygmunt, Editorial FCE, 2005.

No hay comentarios: