sábado, 27 de marzo de 2010
"Pubis angelical" de Manuel Puig.
“- ¿Qué pasa?
- Nos vamos a deprimir.
- A mí no me hace mal. Al contrario, me hace bien aclarar las cosas.
- …
- ¿A vos, Pozzi, te hace mal?
- Sí, acordarme de lo bueno me hace mal. Acordarme de cosas malas no me hace nada.
- Todo tiempo pasado fue mejor. Tal vez sea que recordando todo parece más lindo.
- No, en el caso nuestro es así. No es un espejismo. Es como si la vida hubiese quedado atrás, y no nos…perteneciera más.
- Yo espero sanarme, Pozzi.”
Pág 177.
“Como a mí, a ti te gusta el amor por las noches. Como a ti, a mí me gusta hablar durante el amor. Como a mí, a ti te disgustan las formas fantasiosas y rebuscadas del amor, prefieres la simplicidad del abrazo natural mirándonos en los ojos. Y yerro al decir simplicidad, porque lo infinito no puede ser simple: tú te reflejas en mis ojos y yo en los tuyos, y en el reflejo que de ti hay en mis ojos están tus ojos en los que a su vez estoy yo reflejado, el uno en el otro multiplicados al infinito, llenando así de nosotros el espacio, nuestro infinito ocupa el otro infinito, el de los demás, ya que no hay lugar para ellos, porque no los necesitamos.”
Pág 202.
“Si no se atrevía a matarse su vida se reduciría a esperar la muerte.”
Pág 203.
Pubis angelical, Puig, Manuel, Editorial Seix Barral, Barcelona, 1979.
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