lunes, 24 de septiembre de 2007

"Berlin Alexanderplatz" de Alfred Döblin.



"Nuestros bondadosos socialistas. Hay incluso religiosos socialistas, y eso es precisamente lo que faltaba: todos deberían hacerse religiosos, echarse en brazos de los curas. Porque el que se echen en brazos de los curas o de los caciques da igual; lo principal es que hay que obedecer. (Una voz: y que creer). Eso, por supuesto. Los socialistas no quieren nada, no saben nada, no pueden hacer nada. Siempre tienen mayoría en el Reichstag, pero no saben qué hacer con ella, bueno sí, sentarse en sillones de club, fumar puros y ser Ministros. Y para eso han votado los obreros y se han sacado los cuartos del bolsillo el día de paga: otros cincuenta o cien hombres que engordan a costa de los obreros. Los socialistas no han conquistado el poder político, sino que el poder político ha conquistado a los socialistas.(...)Una y otra vez cogen los obreros alemanes sus papeletas de voto, entran en el local y las depositan, y piensan que con eso ya está. Dicen: queremos que nuestras voces resuenen en el Reichstag; bueno, pues sería mejor que fundasen un orfeón.
Camaradas, hombres y mujeres, nosotros no cogemos papeletas de voto, nosotros no votamos. Nos sienta mejor pasar el domingo en el campo. ¿Y por qué? Porque el votante está sometido a la legalidad. Y la legalidad es la fuerza bruta, la viva fuerza de la clase dominante. Los santones del voto quieren inducirnos a que pongamos buena cara, quieren encubrirlo, quieren evitar que nos demos cuenta de qué es la legalidad y qué es el Estado, para que no podamos colarnos en el Estado por ningún agujero ni ninguna puerta."

Pág 267-268 (ver todo el monólogo).

En Berlin Alexanderplatz, Döblin, Alfred, Editorial Bruguera, Barcelona, 1982.

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