lunes, 24 de septiembre de 2007

"Crucero de verano" de Truman Capote.



"A la larga llega un momento en que uno se pregunta: ¿qué he hecho? Para ella había llegado aquella mañana a la hora del desayuno, cuando Apple, al leer la carta en voz alta, mencionó lo del vestido; olvidando que ella no lo quería, y recordando sólo que ya nunca se lo pondría, bajó la escalera de una nueva y misteriosa congoja: ¿qué he hecho? El mar preguntaba lo mismo, las gaviotas ansiosas lo corearon. La mayor parte de la vida es tan tediosa que no vale la pena comentarlo, y lo es a todas las edades. Cuando cambiamos nuestra marca de cigarrillos, nos mudamos a otro vecindario, nos suscribimos a un periódico distinto, nos enamoramos o desenamoramos, estamos protestando contra el tedio indisoluble de la vida cotidiana. Por desgracia, nuestro espejo es tan pérfido como cualquier otro, y refleja en algún punto de cada trayectoria la misma cara vanidosa insatisfecha, y por eso cuando Grady se pregunta ¿qué he hecho?, en realidad quiere decir, como nos suele ocurrir, ¿qué estoy haciendo?"

Pág 122.

"-Maldita sea, vas a matarnos.
Pero no pudo despegar del volante las manos con que Grady lo aferraba; ella dijo:
-Lo sé."

Pág 136.

En Crucero de verano, Capote, Truman, editorial Anagrama, 2006.

1 comentario:

david boring dijo...

Muchas gracias por el texto... Acabo de terminar [i]Crucero de verano[/i] y me ha llamado la atención precisamente esa cita hasta el punto de querer compartirla con el mundo... Así que agradezco que ya la hayas transcrito tú y sólo tenga que tirar de ctrl+c y ctrl+v...

Me agrada también que a alguien más le haya gustado ese párrafo.

Un saludo