martes, 25 de noviembre de 2008
"Por qué la guerra" de Sigmund Freud y Albert Einstein.
“Hemos averiguado que son dos cosas las que mantienen cohesionada a una comunidad: la compulsión de la violencia y las ligazones de sentimiento –técnicamente se las llama identificaciones- entre sus miembros.”
Pág 191.
“(…) hemos arribado a la concepción de que ella trabaja dentro de todo ser vivo y se afana en producir su descomposición, en reconducir la vida al estado de la materia inanimada. Merecería con toda seriedad el nombre de una pulsión de muerte, mientras que las pulsiones eróticas representan los afanes de la vida.”
Pág 194.
“Lo ideal sería, desde luego, una comunidad de hombres que hubieran sometido su vida pulsional a la dictadura de la razón. Ninguna otra cosa sería capaz de producir una unión más perfecta y resistente entre los hombres, aun renunciando a las ligazones de sentimiento entre ellos. Pero con muchísima probabilidad es una esperanza utópica.”
Pág 196.
“Las alteraciones psíquicas sobrevenidas con el proceso cultural son llamativas e indubitables. Consisten en un progresivo desplazamiento de las metas pulsionales y en una limitación de las mociones pulsionales.”
Pág 197.
“(…) todo lo que promueva el desarrollo de la cultura trabaja también contra la guerra.”
Pág 198.
En Obras completas tomo XXII, Freud, Sigmund, Editorial Amorrortu editores, 1976.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario