martes, 25 de noviembre de 2008

"Tótem y tabú" de Sigmund Freud.



“La prohibición no se extiende sólo al contacto corporal directo, sino que cobra el alcance del giro traslaticio: “entrar en contacto”. Todo lo que conduzca al pensamiento hasta lo prohibido, lo que provoque un contacto de pensamiento, está tan prohibido como el contacto corporal directo; en el tabú reencontramos esta misma extensión.”

Pág 35.

“Fundamento del tabú es un obrar prohibido para el que hay intensa inclinación en lo inconciente.”

“El hombre que ha violado un tabú se vuelve él mismo tabú porque posee la peligrosa aptitud de tentar a otros para que sigan su ejemplo.”

Pág 40.

“El contacto que parte del rey mismo con propósito benévolo es curativo y protector; peligroso es sólo el contacto perpretado por el hombre corriente en el rey y sus cosas, probablemente porque puede indicar tendencias agresivas.”

Pág 54.

“Si alguien ha llegado a satisfacer el anhelo reprimido, no puede menos que mover igual anhelo en todos los miembros de su sociedad; para sofrenar esa tentación es preciso que ese a quien en verdad se envidia sea privado del fruto de su osadía, y no es raro que el castigo dé a sus ejecutores la oportunidad de cometer a su vez la misma acción sacrílega so capa de expiarla.”

Pág 76.

“(…) el principio que rige a la magia, la técnica del modo de pensar animista, es de la “omnipotencia de los pensamientos”.”

Pág 89.

En Tótem y tabú, Freud, Sigmund, Obras completas tomo XIII, Editorial Amorrortu editores, Buenos Aires, 1976.

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